tag:blogger.com,1999:blog-89113141326301927052024-03-13T03:22:30.535-07:00Del hecho al dichoJosé Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.comBlogger91125tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-94513438296716742013-06-18T14:37:00.000-07:002013-06-18T20:58:03.006-07:00Carlos Cuauhtémoc Sánchez<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">En
el siglo XVIII, como bien saben todos, no había televisión ni
Internet; sin embargo, el filósofo David Hume se quejaba de que
vivía «en una época en que la mayoría de los hombres parecen
estar de acuerdo en convertir la lectura en una diversión y rechazan
todo aquello que exija para ser comprendido de un grado considerable
de atención». Ahora, en el siglo XXI, la situación no es igual, es
peor. La imagen ha desplazado a la palabra y el hipervínculo ha
estropeado nuestra capacidad de concentración. La televisión nos
recuerda todos los días de dónde venimos, pues el puro acto de ver
es animal, y el Internet, al hacernos la vida más fácil, nos ha
devuelto al mundo de las cavernas de tanto simplificarnos el cerebro.
Es en este contexto donde aparecen los libros del mexicano Cuauhtémoc
Sánchez, que estará en Arequipa este sábado 22.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a data-ved="0CAUQjRw" href="http://www.google.com.pe/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=images&cd=&cad=rja&docid=7iTOBJIkRVj2XM&tbnid=XvX2oUsavixcYM:&ved=0CAUQjRw&url=http%3A%2F%2Fwww.opinion.com.bo%2Fopinion%2Framona%2F2011%2F1016%2Fsuplementos.php%3Fid%3D1715&ei=EizBUdPoKqb40gHY_oHgDw&bvm=bv.47883778,d.dmQ&psig=AFQjCNEtIx6s4tRcJkYx-Po-guWkKZfG7g&ust=1371700582289460" id="irc_mil" style="border: 0px currentColor; clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img height="320" id="irc_mi" src="http://www.opinion.com.bo/opinion/suplementos_fotos/2011/1016/222913_600.jpg" style="margin-top: 0px;" width="224" /></a><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Me
he tomado la molestia, la gran molestia, de comprar algunos de sus
libros, y nunca, ni siquiera las veces que encontré páginas en
blanco en los textos que adquirí, me he sentido tan estafado; hasta
hubiera preferido que todas sus hojas estén vacías. La verdad es
que no he terminado de leer nada de Cuauhtémoc. Su literatura es tan
pobre que da pena. Además, ese tonito moralizante que tanto detesto
está por todo sitio. Tú lees a Cuauhtémoc y sientes que estás
mirando una telenovela o escuchando un discurso del doctor Tomás
Angulo. Este mexicano es, pues, el eximio representante de la
banalización de la literatura, culpa de escritores cursis y
sentimentales que, como él, ofrecen consuelos vulgares a los
problemas de la vida, como si esa sería la razón de ser de la
novela, el poema o el cuento, o, peor aún, como si la existencia
tendría su receta y los seres humanos nos instruiríamos a costa de
otros. No, señor Cuauhtémoc, no es así; la vida es ajena a las
fórmulas y los jóvenes, a quien usted mayormente se dirige en sus
libros, solo aprenden a costa suya.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
escritor Henry Miller le escribió a su amante y colega Anaïs Nin en
una carta: «Tienes una capacidad, por puro sentimiento, que
cautivará a tus lectores. Sólo que debes tener cuidado con tu
razón, tu inteligencia. No trates de dar soluciones […]. No
sermonees. No saques conclusiones morales. No existe ninguna, de
todos modos.» Salvando las diferencias, yo pienso como Miller; no me
gusta la literatura pedagógica, moralizante. Hay que rechazar
decididamente toda solución paternalista. La aportación que la
literatura puede ofrecer es solo indirecta. «Moralizar es inútil
—<i>ha dicho Augusto Monterroso</i>—. Nadie ha cambiado su modo
de ser por haber leído los consejos de Esopo, La Fontaine o Iriarte.
Que estos fabulistas perduren se debe a sus valores literarios, no a
lo que aconsejaban que la gente hiciera. A la gente le encanta dar
consejos, e incluso recibirlos, pero le gusta más no hacerles caso.»</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Como
les dije al principio, Carlos Cuauhtémoc Sánchez llega a nuestra
ciudad este sábado 22 de junio para dictar una conferencia.
Seguramente la gente abarrotará el coliseo Arequipa y él,
entusiasmado, amenazará con escribir otro libro. Pero que sepa el
señor Cuauhtémoc que no todos tenemos tan malos gustos, que, aunque
pocos, todavía hay jóvenes que leen a Borges y a los que su nombre
solo les recuerda al último tlatoani azteca.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-19750295902454970672013-06-10T21:17:00.001-07:002013-06-10T21:17:44.222-07:00Lurgio Gavilán Sánchez
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Times New Roman; font-size: small;">
</span></span></span></div>
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Nunca
imaginé conocer a Lurgio Gavilán Sánchez. Hace casi medio año iba
yo leyendo en una combi el artículo que escribió Vargas Llosa sobre
él, asombrado, exaltado, conmovido, y una vez que terminé,
consciente de mis posibilidades, deseé únicamente encontrar el
libro de Lurgio a como dé lugar, jamás conocerlo personalmente; sin
embargo, y como todo lo hermoso de esta vida te sale por donde menos
te esperas, conocí a Lurgio hace unos días.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES"><i>¿Y
quién es ese señor?</i></span><span lang="es-ES">, se preguntarán
los que nunca han oído hablar de él. Lurgio Gavilán ha sido
terrorista, soldado y novicio franciscano, y ahora es candidato a
doctor en antropología. Tiene cuarenta años, pero ha vivido como si
tuviera el cuádruple. Ha escrito </span><span lang="es-ES"><i>Memorias
de un soldado desconocido</i></span><span lang="es-ES">, un libro
autobiográfico que, seguramente, ya debe de estar en la lista de los
más vendidos en el Perú de los últimos años. En este libro,
Lurgio, que perteneció Sendero Luminoso cuando era casi un niño,
cuenta las atrocidades que se cometían contra los pobres y,
paradójicamente, en nombre de los pobres, en busca del paraíso
terrenal que prometía la ideología comunista. Y la situación no
cambió mucho cuando por cosas del azar terminó vistiendo el
uniforme militar y combatiendo contra sus excamaradas. Muerte y
destrucción, salvando las diferencias, venían de ambos lados. Solo
la vida religiosa le daría la tranquilidad que halló en su bucólica
niñez, rodeado de los suyos, allá en Ayacucho.</span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">A
mí, como todos los dichos que de tanto repetir pasan a ser supuestos
axiomas, jamás me pareció cierta la idea de que nunca es tarde para
estudiar, pero el caso de Lurgio me sale al frente y me estalla en la
cara. A la edad que todos terminan sus estudios secundarios, Lurgio
recién empezó su educación formal. En el Ejército inició de
cero; destacó. Luego, en los años que estuvo de novicio
franciscano, vivió dedicado al estudio y a la reflexión, aunque sin
descuidar su labor misionera. Colgó los hábitos y así murió por
cuarta vez, pero volvió a resucitar, ahora para dedicarse a la vida
universitaria. Estudió antropología en la Universidad de Huamanga y
hoy es candidato a doctor por la Universidad Iberoamericana de
México. Todo esto lo cuenta en su libro.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES">Los
peruanos tienen que leer a Lurgio, sobre todo los escolares. Los
profesores, en vez de darles a sus alumnos libros de Cuauhtémoc
Sánchez y echarles a perder el gusto por la buena literatura,
deberían incorporar en sus planes de lectura </span><span lang="es-ES"><i>Memorias
de un soldado desconocido</i></span><span lang="es-ES">. Con él
mermarían grandemente la ignorancia que sobre el terrorismo muestran
muchos estudiantes, que ni siquiera saben quién fue Abimael Guzmán.</span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES">Y
para aquellos que ya hayan leído el libro de Gavilán y busquen
textos similares, testimoniales, que muestren las atrocidades que los
seres humanos somos capaces de cometer, les recomiendo tres trabajos
parecidos: </span><span lang="es-ES"><i>Yo me llamo Rigoberta Menchú
y así me nació la conciencia</i></span><span lang="es-ES">, de
Elizabeth Burgos; </span><span lang="es-ES"><i>Informe del viaje al
Congo</i></span><span lang="es-ES">, de Roger Casement; y </span><span lang="es-ES"><i>Biografía
de un cimarrón</i></span><span lang="es-ES">, de Miguel Barnet. He
llorado leyendo estos tres libros.</span></span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES"></span></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><span lang="es-ES">Pero
lo que les quería contar, caros lectores, es otra cosa. Lurgio
estuvo hace unos días en Arequipa. Yudio Cruz, Percy Prado y yo lo
visitamos en su hotel. Gavilán es un buen conversador; sencillo,
amable, franco; parece un asceta; su tonito de voz sacerdotal inspira
confianza y ternura. Concedió una entrevista a diario Correo que
vale la pena volverla a leer; la pueden encontrar en este blog:
yudiocruz.blogspot.com.</span></span></span></div>
</span><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
</span><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES">José Manuel Coaguila</span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span lang="es-ES"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></span></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-24015528930829559362013-06-05T21:15:00.001-07:002013-06-05T21:15:13.603-07:00El dinero
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Dicen
que el amor y el odio se parecen mucho, y es tanto el parecido que
muchas veces, en realidad, amamos cuando creemos odiar. El verdadero
enemigo del amor, por tanto, no sería el odio, sino la indiferencia.
Amar a alguien u odiarlo, con las actitudes que estos sentimientos
conllevan, es reafirmar la existencia de la persona a la que tales
sentimientos se refieren, pero ser indiferente es eliminarla
socialmente, y esto es lo más doloroso para nosotros, seres hechos
no solo de carne y hueso, sino también de miradas ajenas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Con
las cosas pasa algo parecido. Despreciar algo es, a veces y muy en el
fondo, desearlo. Entre las tantas ideas equivocadas de los libros de
autoayuda figura una que cuestiono mucho, y es esta de que el dinero
no da la felicidad. Sí, claro, no da la felicidad, como nada en este
mundo de una manera exclusiva. Además, puedes tenerlo todo y ser
infeliz, que la naturaleza nos ha hecho insatisfechos por
antonomasia. Pero a lo que iba era a esto, que está muy de moda, de
decir que no nos importa el dinero. ¡Se ve tan falso! Y quienes lo
dicen son mayormente gente adinerada. Yo creo que el desprecio
público es un amor furtivo. En realidad, esta pose es un lujo que
solo se pueden dar los ricos (o los tontos).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
dinero da la felicidad, ¡pero te hace todo tan fácil! Es cierto, no
lo compra todo, pero tampoco el amor, así es que no hay por qué
hacer tantas diferencias. Dejemos ya de ser hipócritas, que a todos
nos gusta la plata, y quien diga que no, que todo lo que le sobre se
lo dé a los que piensan como yo. Y en esto me hubieran respaldado
José Santos Chocano, Roberto Arlt y Marcel Proust, solo por citar a
algunos hombres de letras, escritores que, valgan verdades, tocaron
extremos en cuanto a esto del amor por el dinero.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Chocano
llegó a hacer excavaciones en Santiago de Chile buscando el tesoro
perdido de los jesuitas. «Los vecinos […] —<i>cuenta Luis
Alberto Sánchez</i>— recuerdan que Chocano recorría, hora tras
hora, los escombros abiertos y esparcidos en la esquina de San
Antonio con Mapocho. Vano pugnar. Al cabo nada salió del seno de la
tierra. Los escavadores [<em>sic</em>] volvieron a suturar las heridas
abiertas en aceras y calzadas; y, sobre la gran cicatriz del
pavimento, ladró largamente, a la sordina, la penúltima espectativa
[<em>sic</em>] de riqueza de José Santos Chocano…»</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Jorge
Luis Borges ha dicho de Roberto Arlt: «Era muy ingenuo. Se dejaba
engañar por cualquier plan para ganar mucha plata, por descabellado
que fuera, a condición de que hubiera en él algo deshonesto. Por
ejemplo, se interesó mucho en el proyecto para instalar una feria
para rematar caballos, en Avellaneda. El verdadero negocio
consistiría en que clandestinamente cortarían las colas de los
caballos, venderían la cerda y ganarían millones. Un negocio
adicional: con las costras de las mataduras del lomo fabricarían un
insecticida infalible.»</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Y
por último Proust, que se dejó convencer por el ingeniero químico
Henri Lemoine e invirtió una buena cantidad de dinero en un proyecto
descabellado: fabricar diamantes a partir del carbón. La estafa
quedó al descubierto, Lemoine fue a la cárcel y Proust aprovechó
la ocasión para escribir un estupendo libro sobre el asunto.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Odiar
quizá sea una forma de amar. Despreciar el dinero tal vez sea una
forma de avaricia. Yo no odio ni desprecio nada.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-77395303438733682422013-05-20T22:00:00.001-07:002013-05-25T20:06:48.060-07:00El siguiente es el artículo del alcalde Alfredo Zegarra que tanto cuestioné en mi columna de diario Correo:<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; font-size: large;">Guerra en Irak: No… la guerra es con nosotros</span><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"></span></span><br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Muchos
nos preguntamos, si realmente las guerras que matan a muchos hermanos
tienen su origen en mentes cerradas y corazones duros, ¿Qué tienen
que ver los inocentes que pelean, sin saber si realmente vale la pena
los actos heroicos a que son sometidos y todo porque a los
gobernantes se les ocurre enfrentar naciones enteras para obtener
beneficios propios?.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">La
verdadera razón está en la expresión externa de lo que pasa en
nuestra conciencia interior, por lo que la primera guerra es con
nosotros mismos, la guerra es la falta de amor, es la ausencia de esa
fuerza viva integradora, coherente, sensible y afectiva que mora en
cada uno de nuestros corazones.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Es
ignorancia no saber que el amor hacia los demás es parte de nuestra
humanidad viva, es dejar sentir a cada uno dentro de uno. La guerra
interior tiene armas tanto o más letales que los misiles, sus armas
son el odio, el orgullo, los celos, el rencor, el resentimiento, la
envidia, el egoísmo, etc.; cual infernal maquinaria de donde nace
toda la violencia, que es nuestro mundo afectivo interior que luego
se refleja en nuestras relaciones con los demás.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
enemigo no es tu hermano a quien tienes que matar eres tú mismo con
el que tienes que luchar. Muertos no solo son los caídos en acción
en los frentes de batalla, muertos son los indiferentes que son
ajenos al dolor y al sufrimiento, aquellos que se lavan las manos y
solo se dedican a criticar, echando la culpa a otros de sus propios
fracasos y creen que la guerra no es con uno, sino con los demás,
por lo que para estar en paz deben ganar su propia guerra, dejando
aflorar sus sentimientos nobles.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Heridos
no son los miles de civiles alcanzados por las bombas y los misiles,
heridos estamos nosotros los que hemos perdido la integridad y la
cualidad de ser humanos la cual aún estamos a tiempo de recuperar,
si nos lo proponemos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Refugiado
no es aquel que pierde su hogar, o aquel que vaga de país en país
sin rumbo fijo, refugiado es aquel que pierde sus virtudes, los
valores, la autoestima y la ética humana, por lo que la verdadera
batalla no está en un país lejano está en nosotros mismos, en
nuestro hogar, en el trabajo, en la ciudad, en nuestra nación, por
lo que traficante no es aquel que vende armas es aquel que vende su
conciencia, su inocencia, su integridad y su humildad al mejor
postor.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Si
tomamos en cuenta todo lo anteriormente manifestado llegaremos a la
conclusión que debemos ser guerreros, pero guerreros de la luz que
vayamos al frente de batalla para derrotar la oscuridad que nos llena
de tinieblas el corazón y el alma, invadamos la tierra del mal y la
ignorancia con tropas que solo sean de amor y sabiduría, lancemos
misiles de compasión y comprensión sin ninguna tregua, instauremos
un gobierno que sea expresión de justicia y equidad, que reflejen en
toda su magnitud el corazón humano. De esa manera al final no habrá
vencedores ni vencidos, ni muertos ni heridos, solo habrá hermanos
viviendo como humanos dejando que aflore en cada momento el afecto y
el amor como sublime expresión de la misericordia de Dios.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">...para
los líderes de Arequipa</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">con
afecto</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><strong>Dr.
Alfredo Zegarra Tejada</strong></span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">[Artículo
aparecido en el Boletín Informativo AQP HOY, de la Municipalidad
Provincial de Arequipa, diciembre de 2012.]</span></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-64814232861579174742013-05-20T21:45:00.001-07:002013-05-20T21:45:42.423-07:00El alcalde Zegarra y Nostradamus
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
alcalde Alfredo Zegarra ha escrito con un estilo bárbaro, con una
ignorancia supina de las normas más elementales de la gramática y
la ortografía. Y esto se le puede perdonar, pero no la cursilería y
lo bombástico de su prosa, tan pobre y disparatada. Lo he leído y
he sentido vergüenza ajena; también piedad. Si Zegarra hubiera
vivido en tiempos del emperador romano Calígula, habría pagado muy
caro la osadía de firmar un mamarracho así. En efecto, cuenta
Suetonio, en <i>Los doce césares</i>, que «el autor de una poesía
fue quemado de orden suya [de Calígula] en el anfiteatro por un
verso equívoco.» En verdad, textos como el de Zegarra merecen
críticos así.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Y
que no piense el lector que ando detrás de lo que escribe el
alcalde. Yo no lo he buscado; él me ha encontrado. El último
viernes me regalaron en la calle el boletín informativo de la
Municipalidad Provincial de Arequipa titulado AQP HOY. Es de
diciembre del 2012, pero lo siguen repartiendo. Allí, en la página
dos, aparece el artículo de Zegarra titulado «Guerra en Irak: No…
la guerra es con nosotros» —¡qué nombre para más bobalicón!—.
Después de leerlo uno se pregunta, cariacontecido, si votó por él.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">¿De
qué cerebro pudo haber salido una cosa así?, ¿de dónde tanta
pobreza de pensamiento?, ¿de dónde tanta barbaridad léxica? Me
resisto a creerlo. Pienso en hombres como Augusto Monterroso, Juan
José Arreola y Paco Umbral, que ni siquiera acabaron sus estudios
primarios pero que escribieron maravillosamente. Ahora pienso en
Zegarra, un doctor. ¡Qué contraste!</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
alcalde empieza así su artículo: «Muchos nos preguntamos, si
realmente las guerras que matan a muchos hermanos tienen su origen en
mentes cerradas y corazones duros, ¿Qué tienen que ver los
inocentes que pelean, sin saber si realmente vale la pena los actos
heroicos a que son sometidos y todo porque a los gobernantes se les
ocurre enfrentar naciones enteras para obtener beneficios propios?.»
Aunque les parezca increíble, este es el mejor párrafo de Zegarra.
Veamos: ¿Coma después de «preguntamos», de «duros» y de
«pelean»? ¿Punto después del signo interrogativo de cierre? Niños
de primaria: ¿Las preguntas siempre se inician con mayúscula?
Sigamos viendo: …Pone «vale la pena» en vez de «valen la pena».
¿Muchos?, ¿quién se cuestiona si realmente las guerras tienen su
origen en mentes cerradas y corazones duros?; además, ni modo que se
originen en mentes tolerantes y corazones bondadosos. ¿Actos
heroicos a los que son sometidos?, ¿el heroísmo puede ser fruto de
una obligación? No sigo por falta de espacio, pero le advierto,
querido lector, que después viene lo peor: pésima puntuación,
anacolutos, pleonasmos innecesarios, circunloquios enloquecedores. Si
desea hacer penitencia, lea el texto completo de Zegarra en mi blog:
jmcoaguila.blogspot.com.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Ahora,
¿qué quiso decir Zegarra en este párrafo? Ni los intérpretes de
Nostradamus podrían decirlo, y eso que ambos son igual de oscuros. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"> </span></span></div>
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><div align="JUSTIFY" class="separator" style="clear: both; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-S5sswkiYrO0/UZr7bGnjTTI/AAAAAAAAAQM/13AwjCrHDfM/s1600/JOSEE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="156" src="http://4.bp.blogspot.com/-S5sswkiYrO0/UZr7bGnjTTI/AAAAAAAAAQM/13AwjCrHDfM/s320/JOSEE.jpg" width="320" /></a></div>
</span></span><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Nostradamus
publicó <i>Las centurias</i> en 1555; allí están todas las
profecías que se le atribuyen. Arturo Uslar-Pietri ha dicho de este
libro: «En el texto original […] es muy oscuro el lenguaje. La
expresión es generalmente simbólica […]. Luego la construcción
[…] es anómala, y esto parece, y es lo que creen la mayoría de
las gentes de hoy, que Nostradamus seguía un procedimiento que
consistía en escribir primero en francés, luego hacer una
traducción latina, y de este texto latino hacer una traducción
literal al francés, con lo cual resulta una sintaxis mucho más
oscura y difícil. De modo que, añadida al simbolismo, esta sintaxis
aumentaba la oscuridad.» Algo similar podría decirse de la prosa de
Zegarra. ¿Qué otra explicación puede haber?</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-81219147697466948132013-05-13T14:30:00.004-07:002013-05-13T16:22:25.049-07:00La Verdad y la mujer<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">La
Verdad se parece a la mujer: la mitificamos mucho. Los encantos de
una dama pueden ser fatales; los de la Verdad también. La Verdad,
como la mujer, nos tienta siempre: provoca decirla. La mujer, como la
Verdad, es incomprensible y compleja. La Verdad, al igual que la
Justicia y la Libertad, está representada por una mujer. Las dos
protagonizan un mandamiento de la ley de Dios. La mujer, comparada
con el varón, muy pocas veces da un paso atrás en sus decisiones;
la Verdad, por su parte, comparada con la Mentira, va borrando el
camino por donde pasa. Ambas, mujer y Verdad, se parecen mucho, pero
pocas veces caminan de la mano.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Amar
a una mujer es peligroso; prendarse y prenderse de la Verdad, ceñirse
siempre a ella, también. A los hombres, sobre todo cuando niños, se
les enseña una gran mentira: «Hay que decir siempre la verdad»,
como si se pudiera, como si en todo momento fuese necesario y bueno
hacerlo. Si a alguien se le ocurriese ir por la vida diciendo siempre
la verdad, sembraría dolor, tristeza y destrucción. Hay cosas que
no se pueden ni se deben decir. La señora Mentira es pacífica; la
Verdad es incendiaria. Graham Greene ha dicho una verdad que, valga
la redundancia, duele: «La verdad jamás le ha valido de nada al ser
humano. La búsqueda de la verdad es cosa de filósofos y
matemáticos. En las relaciones humanas, la bondad y las mentiras
valen lo que mil verdades juntas».</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Dice
la ley de Dios: «No darás falso testimonio ni mentirás». Esto es
imposible y, más todavía, nocivo. Lo mismo sucede con el «Ama a tu
prójimo como a ti mismo», prédica divina que ya analizó Freud en
<em>El malestar en la cultura</em>. Es imposible no mentir, decía, porque,
además, la verdad no solo es un discurso verbal. La boca no
monopoliza las mentiras, estas son propiedad común de todas las
partes del cuerpo. Milan Kundera ha escrito en su novela <em>La
insoportable levedad del ser</em>: «…vivir en la verdad, no mentirse a
uno mismo, ni mentir a los demás, sólo es posible en el supuesto de
que vivamos sin público. En cuanto hay alguien que observe nuestra
actuación, nos adaptamos, queriendo o sin querer, a los ojos que nos
miran y ya nada de lo que hacemos es verdad.» Pero la mujer exagera,
a veces se maquilla en exceso.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">La
mujer, como el varón, miente, y creo que nadie lo hace mejor; mas
también dice verdades. Ya he expuesto que la Verdad y la mujer se
parecen mucho y que, sin embargo, pocas veces caminan de la mano. Es
cierto, no se ven muy seguido, pero cuando se encuentran son muy
destructivas. Las mujeres son expertas en herir con las palabras; los
hombres, con los puños. Una mujer le dice a su chico «ya no te
quiero», y este, furioso, golpea con su puño la pared. Las heridas
de la mano sanarán pronto, pero las del alma quizá nunca.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">«Se
puede querer a alguien y de pronto desestimarlo y hasta detestarlo
—<em>ha escrito Ernesto Sabato</em>—. Y si cuando lo desestimamos
cometemos el error de decírselo, eso es una verdad momentánea, que
no será más verdad dentro de una hora o al otro día, o en otras
circunstancias. Y en cambio el ser a quien se la dijimos creerá que
<em>esa</em> es la verdad, la verdad para siempre y desde siempre. Y se
hundirá en la desesperación.»</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Las
verdades en las relaciones humanas casi siempre son momentáneas, pero destructivas. Las mujeres y el amor también.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-72088614203233441862013-05-02T10:55:00.000-07:002013-05-02T21:21:46.580-07:00Víctor Hurtado Oviedo<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;">Las cosas siempre se miran
mejor si nos asiste la distancia prudencial de los años; es decir, si miramos
hacia atrás desde un podio en cuya base diga, por ejemplo, «50 años después». De
aquí a unas décadas, seguramente nos sorprenderá, se me ocurre, saber que existió
un tiempo en que viajábamos en combi, que hubo gente que se moría por falta de
dinero y que tomábamos gaseosa. Los que todavía lean libros impresos se
asombrarán de que en estos tiempos haya habido tantos; pero de lo más, del
disimulado y casi desapercibido paso por esta vida de uno de los escritores más
exquisitos de las letras peruanas: Víctor Hurtado Oviedo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;">Este hombre, de más de 60
años de edad, ha dedicado muchos años de su vida al periodismo, y gracias a
ello podemos hoy disfrutar de sus escritos, que en realidad son pocos, pero
suficientes para mostrarnos el gran talento que posee. Hurtado solo ha publicado
un libro (primero se llamó <em>Pago de letras</em>, luego creció más y pasó a
denominarse <em>Otras disquisiciones</em>), que ni siquiera fue pensado como tal, pues
contiene artículos y ensayos que escribió para medios escritos cada vez que
tuvo que hacerlo, y digo «tuvo» porque a él no le gusta escribir. «Yo no
escribo —<i style="mso-bidi-font-style: normal;">me ha dicho</i>—, a mí no me gusta
escribir, detesto hacerlo, yo daría cualquier cosa para no escribir, pero,
paradójicamente, muchos años yo he vivido de ello».<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;">Hurtado Oviedo es un limeño
que desde hace más de 20 años radica en Costa Rica; allí es uno de los editores
del diario La Nación. De él se han dichos cosas como: «Víctor Hurtado Oviedo es
el Ronaldinho Gaucho puesto en la Literatura», «Quien no admira a Víctor
Hurtado es porque no lo conoce», «Joven lector: si tu ídolo actual en prosa no
conoce a Víctor Hurtado Oviedo, entonces cambia de ídolo. Estás perdiendo el
tiempo». Y todo esto se ajusta tanto a la realidad, que ya parece un corsé. Yo
agregaría: Leer a Hurtado es como viajar en un carro nuevo recién comprado: ¡te
sientes tan cómodo!<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;">«De tener yo una poética —<i style="mso-bidi-font-style: normal;">ha escrito don Víctor</i>—, cabría en dos
frases: ‘Ninguna línea sin figura, ninguna línea sin idea’. El ensueño de mis
sueños es una prosa de aluminio: ligera y brillante». Esto es lo más exacto que
yo he leído acerca de la prosa de Hurtado; lástima que haya sido él mismo quien
lo haya dicho, y todavía en condicional y en forma desiderativa. En efecto, sus
escritos son calidad concentrada, nada sobra, nada está de más; no hay frases
huecas, vacías; es como sí ya antes él las hubiese eliminado. Sus figuras
retóricas y su humor son insuperables. El domingo, cuando conversábamos, le
dije: A mí me parece que sus artículos tienen más de literatura que de
cualquier otra cosa; ¿por qué nunca ha escrito poesía, cuentos, novelas?; ¡se
le haría tan fácil! Hurtado, como un niño a quien le compran el juguete que él
no ha pedido, dijo: No es lo mío. Pero lo intentó, le replico. Sí, intenté
escribir una novela, pero el computador me la borró dos veces; entonces me
dije: ¡esta máquina debe tener un programa de crítica literaria!... y abandoné
el proyecto.</span><br />
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Hay que leer a
Hurtado. Su prosa hace con nuestra mente lo que los caramelos de menta con nuestra
boca; su humor es tan fino, que todo lo que toca, lo corta como mantequilla; y hace
tan buena magia con las palabras, que, después de leerlo, los demás escritores
desaparecen. Hay que leer a Hurtado, repito, y darle dentro de las letras
peruanas el lugar privilegiado que se merece. Que ya no sea una sorpresa
descubrirlo, sobre todo mañana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"></span> </div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-49869500419941709752013-04-25T21:03:00.002-07:002013-04-25T21:12:35.624-07:00No me cambien el nombre<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Times New Roman;">
</span></span><span style="font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Ya estoy
harto de que mi computador cambie mi apellido Coaguila por Coahuila,
como si me estaría refiriendo al estado mexicano donde nació el
revolucionario Madero. Bueno, con mi nombre pasa, pues, como ya estoy
avisado, la errata está bajo control, pero con otros no. Por
ejemplo, recuerdo que una vez escribí Umberto Eco y luego apareció
Humberto, con hache; lo peor es que me percaté del desacierto
tecnológico cuando mi artículo ya estaba publicado.</span></span></span><br />
<span style="font-family: Arial;">
<br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial;"><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Las
máquinas tienen el perdón de Dios, aun cuando permiten empezar con
minúscula su nombre y su libro; mas no los hombres. Y acá viene lo
bueno, porque muchos se burlarán de las pobres computadoras, que,
con tanta capacidad para procesar datos, se equivocan en cosas
sutiles y quedan en ridículo, como Aquiles con su taloncito de
azúcar; pero no se dan cuenta de que ellos, seres pensantes, con una
capacidad para analizar situaciones en su debido contexto y elegir la
solución más adecuada, tropiezan con la misma piedra y con los dos
pies.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Ahí
están, verbigracia, los Garcila<b>z</b>o de la Vega, los Vi<b>z</b>cardo
y Guzmán y los Gonzale<b>s</b> Vigil, que aparecen así, mal
escritos, en diarios, revistas, libros, y hasta en las fachadas de
instituciones que llevan sus nombres. Por ejemplo, en el distrito de
Hunter (Arequipa) hay un colegio que se llama como el ilustre
precursor arequipeño, autor de <i>Carta a los españoles americanos</i>,
pero que luce mal su apellido, y en todo su frente: Vizcardo, con
zeta, cuando bien se sabe que es con ese.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Hay
problemas también con el apellido del autor de <i>Sobre héroes y
tumbas</i>, pues muchos lo tildan, Sábato, cuando el escritor
argentino no firmó ninguno de su libros así. Lo correcto es Sabato,
que es de origen italiano y, por lo tanto, sin acento ortográfico,
como dijo el mismo Ernesto no recuerdo dónde. Y algo similar sucede
con el apellido Belaunde, que muchos escriben con hiato, sin que haya
registro de ello. Por ejemplo, el expresidente Fernando Belaunde
Terry jamás tildó su apellido, y lo mismo podemos decir de otros
insignes personajes que se apellidaron igual. Por el contrario, hay
noticias del Belaunde diptongado, es decir, con acento en la <i>a</i>;
además, por último, el apellido es de origen vasco y, por
consiguiente, no está obligatoriamente sujeto a las reglas
gramaticales y fonéticas del castellano.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Otro
es el caso del único santo mulato de la Iglesia de Roma. ¿San
Martín de Porras o de Porres? José Antonio del Busto Duthurburu ha
dicho que «los apellidos Porras y Porres fueron uno solo, vale
decir, el mismo. La forma ‘Porres’ —<i>continúa Del Busto</i>―
no es un error sino una variante que, con frecuencia, se daba dentro
de las ramas de los Porras…» Y oscurece más el asunto cuando
pone «san Martín de Porras o Porres», y lo mismo con los
ascendientes del santo.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Otros
biógrafos de Martín han dejado en claro que el apellido original
del santo es Porras. Y esto es respaldado por lo siguiente que les
voy a contar. Marco Aurelio Denegri, en su <i>Lexicografía</i>,
capítulo XCV, pone el tema sobre el tapete y deja las cosas en
claro. Denegri, que cita al historiador Juan José Vega, cuenta que
fue al Papa Juan XXIII quien decretó llamar Porres y no Porras al
santo en cuestión, pues en el idioma portugués, ‘porra’ es la
palabra que sirve para designar el pene del hombre, lo que,
evidentemente, era inadecuado para un santo. Así es que, caros
amigos, todo depende de ustedes; si tienen un espíritu historiador y
quieren ceñirse a los hechos, escriban Porras; pero si lo que les
mueve es un espíritu religioso, no sean obscenos y escriban Porres.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Pero
a mí no me cambien el nombre.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;"></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-size: medium;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-size: medium;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
<br />
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial;"><span style="font-size: medium;"></span></span> </div>
</span><br /></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-49759419654514148092013-04-18T10:47:00.004-07:002013-04-18T14:56:04.162-07:00El alumno burbuja<span style="font-family: Arial; font-size: 13pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;">Mi fugaz paso por la
docencia me ha mostrado situaciones sobre las cuales quiero decir algo; estas
son: a) las mujeres casi siempre ocupan los primeros puestos en cuanto a
rendimiento escolar, b) hay una inmensa falta de concentración y memoria, c)
los cerebros se están simplificando cada vez más y d) del principio de
autoridad solo quedan vestigios. Me ocuparé, en este artículo, solo de este
último asunto.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;">«Un animal se educa chocando
contra el mundo exterior y adquiriendo así ciertos reflejos que lo hacen apto
para soportar la vida. Un niño también. No veo, entonces, cómo han de poder
considerarse ciertos castigos como contraindicados; ¿no forma parte la mano del
padre del mundo exterior?» (Ernesto Sabato: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Uno
y el universo</i>.)<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;">Cuándo fue que desapareció
la palmeta en los colegios; cuándo fue que surgió la idea del alumno inmaculado,
intocable, burbuja de jabón; cuándo fue que el profesor empezó a preocuparse
más por querer agradar, convirtiéndose en modelo de pasarela para sus
melindrosos alumnos; cuándo empezó, en suma, a joderse la relación vertical y asimétrica docente-discente que tan buenos resultados dio. No lo sé con
exactitud.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;">El siglo XX ha sido el siglo
de los derechos, combustible de los egos y las desmesuras del mundo. Ahora
todos reclaman, y a veces sin saber qué. Los derechos se han vuelto artículos
de segunda mano; clichés, rótulos; y hasta en los papeles higiénicos aparecen.
En cambio, los deberes no figuran ni en el pensamiento, cuando deberían ser el
requisito obligado —tendría que haber dicho <i style="mso-bidi-font-style: normal;">moral</i>,
pero para qué hacernos de utopías— de las exigencias. Los alumnos tienen
derecho al buen trato, ¡de acuerdo!, pero tienen que ganarse ese derecho honrando
deberes. Los padres que van a reclamar al colegio porque el profesor miró mal a
su hijo, cuando bien saben que este no cumplió con sus obligaciones y mereció
cosa peor, son, pues, sinvergüenzas, verdugos de su propia sangre, cultivadores
de impunidad.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;">Y en esta vorágine de reivindicaciones
aparece el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">todos somos iguales</i>, que
ha sido llevado a tal punto de la ridiculez que hasta los animales ya nos miran
de igual a igual. Somos tan iguales ante la ley como tan diferentes unos de
otros; no nos mareemos con esto de la paridad. El hijo es hijo, y debe ser
tratado como tal, por ello mismo me parece mal que los padres finjan ser sus amigos.
Esta horizontalidad en las relaciones, según mi parecer, es la miga del asunto,
es decir, la causa del alumno burbuja.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%;">Los papás no pueden ni deben
ser amigos de sus hijos. No pueden porque —como bien dijo Montaigne hace siglos—
«ni todos los pensamientos de los padres pueden transmitirse a los hijos, lo
que engendraría inconvenientes, ni los consejos y correcciones que son uno de
los primeros deberes de la amistad pueden ser ejercidos por los hijos sobre los
padres.» Además, la amistad no puede ser una imposición, y la relación entre
padres e hijos son ordenadas por la ley y la obligación natural.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Y no deben porque la
amistad es la puerta abierta para el trato igualitario, y entre iguales decae
la autoridad, que tanta falta nos hace en estos tiempos de flaquezas y remilgos.
Los padres no tienen que ser amigos, basta con lo que son: padres.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"></span> </div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"></span> </div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 13pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-PE; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-24276328908422330932013-04-11T10:30:00.003-07:002013-04-11T10:30:41.954-07:00El dramaturgo, el fisiólogo y el dictador<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 115%;">¿Qué relación puede haber entre Lope de Vega, Iván Pávlov y Kim Jong-un? Seré más específico: ¿qué pueden tener en común la comedia <em>El capellán de la Virgen</em>, la teoría de los reflejos condicionados y el ejército de Corea del Norte? Hablar de un vínculo puede parecer descabellado, incluso para los más enterados, pero la realidad dice lo contrario. [«Y así dos orillas tu corazón y el mío, / pues, aunque las separa la corriente de un río, / por debajo del río se unen secretamente», ha escrito el poeta José Ángel Buesa.]<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Veamos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Don Félix Lope de Vega y Carpio, el gran dramaturgo y poeta del Siglo de Oro español, publicó la comedia <em>El capellán de la Virgen</em> en 1623. En la obra, que tiene como protagonista a San Idelfonso, aparece un personaje llamado Mendo, criado y compañero del santo católico. Precisamente, en la escena segunda del acto III, Mendo le cuenta a su madre que San Idelfonso lo castigaba haciéndole comer en el suelo junto a muchos gatos que le quitaban su ración de alimentos. Pero Mendo, pícaro, supo librarse de los molestosos animales. Con engaños los metió en un costal para darles un castigo que no olvidarían jamás, y es que mientras los deshacía a palos, tosía fuertemente; los dejaba descansar, pero al rato volvían la tos y los golpes, y así sucesivamente, hasta que los gatos gruñían y maullaban con solo escucharlo toser. Así Mendo pudo comer tranquilo, pues solo bastaba carraspear para que los felinos huyeran como alma que lleva el diablo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Por otro lado, la teoría pavloviana hace referencia a dos tipos de reflejos: los incondicionados y los condicionados. Los primeros, anteriores a Pávlov, señalan un vínculo natural entre los estímulos del medio ambiente y las reacciones que generan en el organismo; por ejemplo, un pedazo de carne, dentro de la boca de un perro, provoca que su glándula salival comience a funcionar, es decir, a esparcir su jugo por toda la cavidad bucal. Como se advierte, este tipo de reflejos se producen de manera automática. Con los reflejos condicionados, cosecha de Pávlov, sucede todo lo contrario. Volviendo al ejemplo anterior; antes de introducir el pedazo de carne en la boca del animal, presentemos un determinado suceso ante sus sentidos; un ruido, por ejemplo. Si hacemos esto cada vez que le demos de comer, la segregación salival se convertirá en un reflejo condicionado, pues bastaría con hacer el mismo ruido que hacíamos cuando lo alimentábamos para que —sin necesidad del pedazo de carne— comience a salivar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Se cuenta que soldados rusos, durante la segunda guerra mundial, aprovecharon la teoría de los reflejos condicionados predisponiendo un gran número de perros para que busquen comida debajo de los tanques enemigos; los canes tenían un mecanismo en el lomo que, al mínimo contacto, activaba la carga explosiva que llevaban consigo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Ahora el ejército de Corea del Norte, imitando a los rusos, adiestra a perros para atacar en caso de guerra. En efecto, en un video difundido por la televisión estatal de ese país se observa un entrenamiento militar de canes, quienes atacan a un muñeco que tiene pegada una foto del ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Kwan-jim.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 115%;">Es realmente sorprendente que Lope de Vega se haya adelantado tres siglos a su tiempo, aunque no tanto como ver cuán atrasados mentalmente están muchos norcoreanos.</span></div>
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 115%;">José Manuel Coaguila<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: 'Arial','sans-serif'; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
</span>José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-50479860726733341682013-04-06T20:37:00.001-07:002013-04-06T20:37:39.525-07:00La vejez
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a data-ved="0CAUQjRw" href="http://www.google.com.pe/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=images&cd=&cad=rja&docid=qyVB2_wlEfUGLM&tbnid=GB64rFExlFtk2M:&ved=0CAUQjRw&url=http%3A%2F%2Fwww.librosaulamagna.com%2Flibro%2FSOBRE-LA-VEJEZ.-Sobre-la-amistad%2F137780%2F12501&ei=oelgUZ_TLoS88AS86IDQDA&bvm=bv.44770516,d.eWU&psig=AFQjCNFArv6QdHAGD8A2vAaO48i7iNaLZg&ust=1365392098645818" id="irc_mil" style="border: 0px currentColor; clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img height="320" id="irc_mi" src="http://www.librosaulamagna.com/img/portadas/9788420649641.jpg" style="margin-top: 0px;" width="200" /></a><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Tengo
26 años, pero me preocupa llegar a viejo. Esta inquietud tiene una
explicación: tememos a la muerte; por lo tanto, también a todo lo
que nos hace pensar en ella. Por eso, hace unos años leí <i>Sobre
la vejez</i>, de Marco Tulio Cicerón, y la semana pasada lo volví a
hacer.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Seguramente,
esta misma preocupación de llegar a viejo hace que cada domingo, al
pasar por un parque cerca de mi casa, me detenga a observar a los
ancianos del Adulto Mayor, y al verlos jugar, opinar, aprender nuevas
cosas, ejercitar sus músculos, felices, me sienta bien.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
domingo último, viéndolos, imaginé mucho… Ingresé al parque,
saludé a todos con la mano en alto y me dirigí al lugar que ocupaba
la instructora; le agradecí la invitación, me acomodé en el
pupitre y empecé a dar mi charla:</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">«Los
seres humanos somos, vivimos y existimos: el <i>ser</i> lo
compartimos con todas las cosas; el <i>vivir</i>, con todos los
animales; pero el <i>existir</i> es exclusivamente humano. Estos tres
niveles, cósmico, animal y social, constituyen nuestra naturaleza.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">A
los viejos se los asiste en el <i>vivir</i>, pero ya no en el
<i>existir</i>. Se los alimenta y se los viste, y si están enfermos,
se los medica; nada más. Ya nadie necesita de su aprobación o
reconocimiento, su opinión poco importa; las miradas que se les
dirige son solo piadosas: empiezan a morir socialmente. ‘El drama
de la vejez no es necesitar a los otros, sino que los otros ya no
necesitan más de uno’, ha dicho Tzvetan Todorov. Así, los
ancianos primero dejan de existir, luego recién mueren. Por eso
quiero felicitar a todos los que están pendientes de la existencia
de los viejos, que es lo que más importa.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Las
veleidades del <i>vivir</i>, amigos, no interesan. ¿Lamentan la
pérdida de sus fuerzas?, ¿le tienen miedo a la muerte? Pues hay que
leer a Cicerón.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Las
cosas grandes, señores, no se hacen con la fuerza, la rapidez o la
agilidad del cuerpo, sino mediante las ideas, la autoridad y la
experiencia, cosas que la vejez prodiga en abundancia.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Ahora,
‘¿por qué la muerte es la desazón perenne de la vejez, cuando
bien se sabe que está siempre presente y que también es común a la
juventud?’ La vejez debe sentirse como una victoria, pues los
viejos han alcanzado lo que los mozos desean: vivir mucho tiempo. ‘El
joven —<i>ha escrito Cicerón</i>— espera insensatamente, porque
¿hay algo más necio que tener por seguro lo que es en sí incierto
[…]? El anciano, al fin y al cabo, tiene lo que esperaba, por esto
mismo la vejez es mejor que la adolescencia…’</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Y
Marco Tulio continúa espléndidamente: ‘Me parece que la muerte de
un joven es como sofocar la fuerza de una llama con un chorro de
agua. La vejez por el contrario, consumido el fuego, se extingue sin
violencia […]. Las manzanas, si están verdes, no se desprenden de
la rama a no ser con violencia, por el contrario caen por sí mismas
si están maduras y muy sazonadas. Como la violencia quita la vida a
los adolescentes, la madurez quita la vida a los ancianos. Una
madurez que a mí me resulta agradable, de tal manera que yo llegaré
a la muerte tranquilamente como si después de una larga navegación,
al llegar al puerto volviera a ver la tierra.’</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Todo
esto ha sido dicho por un viejo. El único freno de la lucidez es la
muerte, no la vejez; que así sea siempre.»</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Volví
a la realidad como quien vuelve de un sueño y noté que muchos
ancianos, desde el interior del parque, me miraban extrañamente.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-77374818825567759552013-03-28T14:48:00.000-07:002013-03-28T21:49:08.579-07:00¡Me voy a matar!<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">No
sé dónde leí que si los hombres han nacido con dos ojos, dos
orejas y una sola lengua es porque se debe mirar y escuchar dos veces
antes que hablar. Cosa que es muy cierta y que vale más para estos
tiempos en que la palabra, minada por la fanfarronería y la
verborrea, ha perdido el valor que ostentaba antaño. Ahora hay más
hombres que mueren por su propia boca que peces atrapados con
anzuelo. Por ello, hay que aprender a comernos nuestras palabras,
amigos, que al fin y al cabo es una dieta saludable.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Suerte
tuvo F., quien estudió la primaria conmigo, pues sus palabras nunca
fueron tomadas al pie de la letra. Él, cada vez que se emborrachaba,
llegaba a su casa gritando que quería morirse. «¡Me voy a matar!
¡Quiero morir!», decía en medio de sollozos. Su madre, de un
carácter espartano, no se conmovía; al contrario, lo terminaba
botando. «¡Fuera, carajo! ¡Si se quiere matar, mátese en otro
sitio! ¡Aquí en mi casa nadie va a hacer huevadas!», le gritaba, y
a empellones lo sacaba a la calle. Como es de suponer, F. nunca
intentó autolesionarse ni con algodón de azúcar.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
suicidio es tan universal como el amor, y quizá más [<i>Y me busco
la muerte por las manos</i> / <i>mirando con cariño las navajas</i>…,
escribió el poeta Miguel Hernández]. Pensemos si no en cuántos
seríamos hoy en el mundo si con solo desearlo, jamás despertáramos
luego de dormir; nuestra raza seguro ya se hubiera extinguido. Pero
el suicida genuino, como el amante verdadero, actúa furtivamente,
sin público, pues su propósito, a fin de cuentas, es producto de su
soledad, un sentimiento también ecuménico. Por eso, es poco
probable que aquellos que, cual vendedora de feria, pregonan sus
intenciones suicidas, terminen finalmente matándose.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a data-ved="0CAUQjRw" href="http://www.google.com.pe/url?sa=i&rct=j&q=Libro+Escritura+y+oralidad%2C+Walter+J.+Ong&source=images&cd=&cad=rja&docid=BRCCZu2NZUkOsM&tbnid=3xOKzHfrzjbtAM:&ved=0CAUQjRw&url=http%3A%2F%2Fgeografiasubjetiva.com%2F2008%2F12%2F17%2Foralidad-y-politica%2F&ei=kxpVUerfIYSI9QTHnoCABw&psig=AFQjCNGXPbR8PcnkBVDnc07hk4GYxmMCew&ust=1364618175491952" id="irc_mil" style="border: 0px currentColor; clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img height="400" id="irc_mi" src="http://geografosubjetivo.files.wordpress.com/2008/12/oralidad-y-escritura.jpg?w=500" style="margin-top: 0px;" width="256" /></a><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
domingo último salió publicada en Correo Puno una noticia que viene
a redondear las dos ideas —trilladas, es cierto— que he expuesto
líneas arriba: la del lenguaraz y la del falso suicida. Amílcar
López Poma, de 43 años de edad —según la nota periodística—,
les dijo a sus amigos de francachelas que quería matarse. Estos,
ante el atosigamiento de López, mezclaron en un vaso cerveza con
veneno y le dieron de beber. Todos estaban borrachos.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">En
Puno siempre pasan cosas extraordinarias. Debe de ser, en parte, por
la oralidad, que todavía rige la vida de muchos puneños y que, como
se sabe, genera otro tipo de pensamiento. Puno puede estar todavía
dentro de las culturas llamadas verbomotoras, «es decir, culturas en
las cuales […] las vías de acción y las actitudes hacia distintos
asuntos dependen mucho más del uso efectivo de las palabras y por lo
tanto de la interacción humana...» (Walter J. Ong: <i>Escritura y
oralidad</i>.)</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
caso del señor López Poma, que, dicho sea de paso, vive
milagrosamente, tiene costuras que merecen especial atención. Al
inicio de este artículo me quejaba de que la palabra oral haya
perdido el valor que antes tenía; sin embargo, los amigos del falso
suicida son un claro ejemplo de que todavía se la respeta. Y si
renegaba de los fanfarrones, pues al menos uno tuvo su merecido. No
puedo quejarme. Claro, ahora López acusa a sus amigos con la misma
lengua con que la que decía querer morir —comprobado: hombre que
llama públicamente a la muerte es porque le tiene miedo—, pero ¡ya
no se le puede <strong>tomar</strong> en serio!</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-49090541331635611922013-03-20T22:34:00.000-07:002013-03-20T22:34:51.540-07:00El maquinista y el periodista
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Mi
padre siempre fue maquinista. Cuando yo era niño, me gustaba mucho
ver cómo desarmaba y armaba algunas piezas de las máquinas que
manejaba. Tenía muchas herramientas en casa, no solo las de su
oficio. Su cuarto parecía una ferretería; seguramente para muchos,
si lo hubieran visto, lo habría sido, y no lo digo solo por la
variedad, sino también por el grado de conservación que ostentaban
sus instrumentos. ¡Cuidaba tanto de ellos! Cada vez que terminaba
una tarea, los limpiaba con tal cariño y cuidado, que parecía una
madre bañando por primera vez a su bebé; luego recién los
guardaba.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Yo
quise seguir sus pasos, por ello estuve a punto de estudiar mecánica,
pero me descarrié. Ahora, que trabajo con la palabra, me consuelo
imitándolo: trato de cuidar mi instrumento de trabajo como él hacía
con los suyos. Es una lástima que algunos periodistas ni siquiera lo
intenten. Pocos aceitan su herramienta con la lectura, por eso cada
cosa que escriben chirría hasta hacer enloquecer a cualquiera.
Recurren a la frase hecha, el lugar común, el tópico, y, lo que es
peor, tropiezan fácilmente con cuestiones básicas de la ortografía
y la gramática. La palabra, para ellos, ha pasado a un plano
secundario. Lo que más les importa es la primicia, el dato exacto,
el tenerlo todo grabado, el ángulo de la información; no el
instrumento con el que, a fin de cuentas, manejarán todo eso. Es
como si al mejor futbolista del mundo le diéramos una pelota de
trapo; al mejor billarista, un taco defectuoso; al mejor músico, una
guitarra desafinada. Imagínense.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a data-ved="0CAUQjRw" href="http://www.google.com.pe/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=images&cd=&cad=rja&docid=oFfRzYoG0ggolM&tbnid=SsyKgoPvcgwwrM:&ved=0CAUQjRw&url=http%3A%2F%2Fwww.clasesdeperiodismo.com%2F2010%2F01%2F08%2Ftop-10-de-libros-de-periodismo%2F&ei=XptKUf-MIbLK0AGSmIHwAg&bvm=bv.44158598,d.dmg&psig=AFQjCNElgBHOm8XSmIP7TOczqyRn0GEdzA&ust=1363930326487344" id="irc_mil" style="border: 0px currentColor; clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img height="320" id="irc_mi" src="http://www.clasesdeperiodismo.com/wp-content/uploads/2010/01/libro2.jpg" style="margin-top: 0px;" width="195" /></a><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">«No
concibo ni admito un periodista que no tenga un sistemático apetito
cultural, una cierta voracidad por la cultura. Tampoco un periodista
que no ame el buen teatro, el buen cine, que lea de vez en cuando una
bella novela, que no tenga cierto contacto con la poesía. Pienso que
eso es fundamental.» Esto, que ha sido dicho por César Hildebrandt,
es lo que yo también pienso. Pero para qué ponernos tan exigentes,
mucho ya harían con solo leerse <i>El estilo del periodista</i>, de
Álex Grijelmo, un libro al que, sinceramente, todo elogio le queda
cortísimo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Dejemos
ya de usar mal el verbo «masacrar» —lo digo a propósito de
haberle echado un vistazo a un diario de circulación nacional, cuyo
nombre calla la piedad—. Utilicemos «eficaz» para las cosas y
«eficiente» para las personas. Aprendamos a distinguir entre
«escuchar» y «oír». «Problemática» no es igual a «problema»;
como tampoco «temática», a «tema». No abusemos de los verbos
«ser» y «estar».</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Jubilemos
de una buena vez las frases viejas —creo que fue Voltaire quien
dijo lo siguiente: «El primero que comparó a la mujer con una flor,
fue un poeta; el segundo, un imbécil»—. Adiós a «cálidos
aplausos», «denodados esfuerzos», «una fuerte suma de dinero»,
«se salvó de milagro», «esclarecer los hechos», «en la recta
final».</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">No
olvidemos que la preposición «para» tiene buenos equivalentes
naturales en «a fin de» y «con objeto de». Evitemos las
redundancias: «<u>absolutamente</u> repleto», «se enmarca <u>dentro</u>»,
«<u>nuevo</u> récord», «<u>difícil</u> reto», «autopsia al
<u>cadáver</u>», «<u>falso</u> espejismo», «<u>volver</u> a
repetir», «<u>principales</u> protagonistas», «el 60% de <u>todos</u>
los niños…», «prever con <u>antelación</u>», «cita <u>previa</u>»
(la palabras subrayadas están de más).</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">¡Cuidado!,
no es lo mismo decir «seriamente enfermo» que «gravemente
enfermo». Lo correcto es «absentismo», no «ausentismo». Las
multitudes no protagonizan nada. No es «espúreo», sino «espurio»;
tampoco «metereología», sino «meteorología».</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Aprendamos
primero a escribir; luego, a firmar con el estilo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-46206262361155145712013-03-13T21:05:00.002-07:002013-03-13T21:05:42.321-07:00Y si de Chávez hablamos…
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
poeta Emilio Ballagas, ya muy enfermo —según cuenta Roberto
Fernández Retamar en <span style="font-style: normal;"><em>Recuerdo
a</em></span>—, le dijo a su supersticiosa sirvienta jamaiquina que
después de muerto se le aparecería en forma de lagarto.
Increíblemente, cuando la sirvienta, muerto ya el vate, le contaba
esto a una amiga, vio de repente que un enorme lagarto la miraba
fijamente.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Julio
Ramón Ribeyro, como consta en su diario <span style="font-style: normal;"><em>La
tentación del fracaso</em></span>, soñó que tenía en la mano un
billete de lotería terminado en 11 y al cotejar la lista oficial vio
que estaba premiado con 40.000 nuevos francos. Al despertar, le
cuenta el sueño a Alida. «Ella compra un número de lotería
terminado en 11. Sale premiado...»</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">¿Casualidades?
Puede ser.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Esos
famosos versos en los que Vallejo vaticina su final (Me moriré en
París con aguacero,/ un día del cual tengo ya el recuerdo…),
según atestigua Antenor Orrego en <span style="font-style: normal;"><em>Mi
encuentro con César Vallejo</em></span>, describen una visión que el
poeta tuvo en plena vigilia, o sea despierto.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span><br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">El
pintor Víctor Brauner, según refiere Ernesto Sabato en su ensayo
<span style="font-style: normal;"><em>Sobre la existencia del infierno</em></span>,
pintó un autorretrato con una flecha clavada en su ojo derecho, de
la que colgaba la letra <b>D</b>. Tiempo después, en un accidente
confuso, Brauner pierde el ojo a causa de un vaso lanzado por el
pintor Óscar <b>D</b>omínguez.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Federico
García Lorca tuvo una representación anticipada de su muerte, una
visión: vio un cordero que pastaba cerca de él, confiado y
tranquilo. «Súbitamente, una piara de puercos irrumpió en el
lugar. […] Los cerdos se abalanzaron sobre el corderito con las
fauces abiertas. Y en cuestión de segundos, sin apenas reparar en el
testigo que se aterrorizaba a su lado, lo despedazaron y lo
devoraron.» (Santiago Roncagliolo: <span style="font-style: normal;"><em>El
amante uruguayo. Una historia real</em></span>.)</span></span></div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://abcblogs.abc.es/bochinche-venezolano/files/cuadroelMacutodeGuayasamin.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img alt="" border="0" class="imgcen" height="320" src="http://abcblogs.abc.es/bochinche-venezolano/files/cuadroelMacutodeGuayasamin.jpg" width="220" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El Macuto.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Y
si sobre Hugo Chávez tenemos que decir algo, pues no nos saldremos
del tema. Si usted, curioso lector, busca en Internet la pintura El
Macuto, del pintor ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, podrá ver uno de
los tantos retratos del fallecido expresidente venezolano. Lo
sorprendente es que el cuadro fue pintado, según reseñas de sus
obras, en 1975, cuando Chávez, de unos 20 años de edad, era un
completo desconocido, incluso para el pintor. Además —y con esto
la historia se vuelve extremadamente desconcertante—, Guayasamín
profetizó que El Macuto destruiría el futuro del país, crearía
conflictos internacionales y que su final estaría rodeado de baños
de sangre (cosa que todavía puede pasar).</span></span><br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">¿Casualidades?
No.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Los
verdaderos artistas tienen un instinto premonitorio. En sus estados
de ensimismamiento, de trance, pueden desdoblarse, y su conciencia,
la parte inmaterial de su ser, asciende hasta una atalaya colocada
fuera del tiempo físico, del mapa espacio-temporal, y desde allí
pueden ver todo de un solo vistazo, pasado, presente y futuro. «Daré
una burda comparación, pero que tiene el mérito de aclarar esta
idea. Si alguien sigue un sendero en la montaña puede saber que unos
cuantos pasos más allá, detrás de la loma, ha de encontrarse con
una fiera; pero alguien colocado en lo alto de la montaña puede ver
el panorama total simultáneamente, y lo que para el caminante es
futuro (la fiera) y por lo tanto incognoscible, para el espectador
privilegiado es puro presente. Vaticinar, para él, es simplemente
ver todo en presente.»</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"> <a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a> </span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-37887858932409043902013-03-07T13:43:00.000-08:002013-03-07T14:01:17.617-08:00Morir<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Prefiero
morir como Heráclito, que se ahogó en excremento de vaca; pero
jamás como Juan Duns Escoto. Aunque si me dieran a elegir,
preferiría, si de muertes de filósofos se trata, la de Hume, quien
murió tranquilamente en su cama, incluso, dicen, de buen humor y sin
ansiedad.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Cuando
llegamos a pensar seriamente en nuestra muerte, sobre todo en el
modo, al instante, horrorizados, nos ocupamos de otras cosas,
soslayamos el asunto, lo sacamos a empellones de nuestros
pensamientos. ¿Quién, pues, puede imaginar su muerte impávidamente?
¿A quién no le causa pavor pensar en los segundos finales, cuando
todo sea ya irremediable? ¿Quién no se estremece al pensar que de
lo único que puede estar seguro es que va a morir? Es natural que
evitemos el tema. Sin embargo, hoy, caros lectores, se las pondré
más difícil.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">¿Cuál
es la mejor forma de morir?: Cualquiera, siempre que sea rápida. ¿Y
la peor?: Todas, si son lentas; pero hay una especial: morir en el
sepulcro. ¿Han leído el cuento de Poe <i>El entierro prematuro</i>?
¿Han escuchado <i>Catalepsia</i>, de Los Mojarras? ¿Han visto la
película <i>La obsesión</i>, del director Roger Corman? Alguna idea
deben de tener.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">La
catalepsia es un accidente nervioso repentino que provoca una
aparente muerte. La persona presenta rigidez corporal; no responde a
estímulos; la respiración y el pulso se vuelven extremadamente
lentos, casi imperceptibles; la piel se pone pálida. Por ello,
muchas veces, personas que han sufrido una crisis de catalepsia han
sido dadas por muertas y enterradas vivas. Ahora es casi imposible
que esto suceda, principalmente por la autopsia, pero antes era algo
con lo que se tenía que contar. Por eso, en las postrimerías del
siglo XVIII y durante todo el XIX se patentaron en Europa más de
medio centenar de ataúdes para catalépticos. Eran féretros
especiales cuyo principal mecanismo permitía a la persona sepultada
comunicarse con quien estuviera cerca de su tumba; podía, por
ejemplo, tirar de una cuerda y hacer sonar una campanilla en el
exterior, o izar una bandera, o hasta lanzar con cohete pirotécnico.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">He
dicho que es casi imposible que en estos tiempos se nos entierre
vivos, y es verdad, pero no es porque los casos de catalepsia hayan
cesado, sino porque ahora los catalépticos mueren en otro lugar: la
morgue. Saber que algunos, en ese estado de aparente muerte, pueden
incluso ver y oír todo lo que pasa a su alrededor, es realmente
aterrador. <i>¿Cómo saber si soy cataléptico?</i>, se preguntarán,
angustiados, muchos de los que me leen. Quizá algún día lo sepan,
aunque ya no servirá de nada.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Quien
escribe estas líneas está enfermo, y seguramente pronto le llegará
la muerte, que dicen que es un airecito frío que te entra por todo
lado, como si fueras una coladera. A pacientes como yo, con una causa
casi segura de fallecimiento, según me han dicho, pueden no hacerles
la autopsia. Por eso decía, al empezar este artículo, que jamás me
gustaría morir como Juan Duns Escoto.</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">«Se
cuenta la terrible historia de que Juan Escoto fue enterrado vivo.
Parece que cayó en coma, se le dio por muerto y le enterraron. Sin
embargo, cuando se reabrió su tumba, se encontró su cuerpo fuera de
su ataúd y sus manos estaban ensangrentadas por sus vanos intentos
de salir de allí.»</span></span></div>
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">Es
un miedo obsesivo. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial; font-size: medium;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span>
</div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-35480502300991676682013-02-27T21:13:00.000-08:002013-02-27T21:13:09.536-08:00Dios<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="color: #cccccc; font-size: medium;">En
cuestiones divinas es difícil ser consecuente. Los que siempre
dudan, como yo, un día pueden ser los más entusiastas creyentes, y
otro, los más grandes blasfemos. Estar en el medio, ser eclécticos,
puede ser sensato e inteligente, pero jamás valiente y admirable.
Las dudas te vuelven acomodadizo y paria, un día estás aquí, otro,
allá, y eso es indigno. Por eso admiro a la gente de ideas claras,
definidas; que dicen hoy lo que seguirán diciendo mañana. La
constancia es una virtud que tiene muy pocos seguidores.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #cccccc; font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<span style="color: #cccccc;">
</span><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="color: #cccccc; font-size: medium;">Hay
veces en que creo en Dios, profunda, visceralmente; pero otras, no.
Entonces me consuela leer ese pasaje de la novela <i>La
tregua</i>, de Mario Benedetti, que dice así: «Francamente, no sé
si creo en Dios. A veces imagino que, en el caso de que Dios exista,
no habría de disgustarle esta duda. En realidad, los elementos que
él (¿o Él?) mismo nos ha dado (raciocinio, sensibilidad,
intuición) no son en absoluto suficientes como para garantizarnos ni
su existencia ni su no existencia.» Lo mismo dijo Unamuno en <i>Del
sentimiento trágico de la vida</i>: «La razón no nos prueba que
Dios exista, pero tampoco que no pueda existir.» Mis dudas entonces
se justifican.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #cccccc;"></span> </div>
<span style="color: #cccccc;">
</span><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="color: #cccccc; font-size: medium;">Sin
embargo, como he dicho, hay veces que soy un fervoroso creyente.
Entonces, me digo, citando un fragmento de <i>El sueño del celta</i>,
novela de Mario Vargas Llosa, que es cierto que la idea de Dios no
cabe en el limitado recinto de la razón humana, que hay que meterla
allí con calzador porque nunca encaja del todo; pero en lo que se
refiere a Dios hay que creer, no razonar. Si razonas, Dios se esfuma
como una bocanada de humo.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #cccccc;"></span> </div>
<span style="color: #cccccc;">
</span><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="color: #cccccc; font-size: medium;">Y
también llego a extremos: me río de la Biblia (un libro que te
pinta a un Dios sanguinario, vengativo, celoso, envidioso, machista)
y, después, quiero ser cura.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #cccccc; font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<span style="color: #cccccc;">
</span><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="color: #cccccc; font-size: medium;">¿Y
a qué se debe que les confiese mi camaleónica fe? Lo estaba
olvidando. Quería contarles dos cosas.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #cccccc; font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<span style="color: #cccccc;">
</span><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="color: #cccccc; font-size: medium;">Cuando
tenía 13 o 14 años se me ocurrió una idea para comprobar la
existencia de Dios. Como Él nunca se manifestaba, me dije a mí
mismo: «Bien, si Dios no puede darme una señal de su existencia,
será el demonio quien me la dé». El plan era salir de noche al
campo e invocarlo, si se manifestaba, pues todo estaba resuelto: Dios
también existía. Pero pudo más mi miedo, y me quedé con la duda,
hasta hace poco. </span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #cccccc;">
</span></div>
<span style="color: #cccccc;">
</span><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a data-ved="0CAUQjRw" href="http://www.google.com.pe/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=images&cd=&cad=rja&docid=eDGLWuy5we_fPM&tbnid=LeOm_T-1Uh_ntM:&ved=0CAUQjRw&url=http%3A%2F%2Fblog-peliculas.com%2F2013%2F02%2Funa-aventura-extraordinaria-dvdrip-latino-2.html&ei=0eYuUcqDApC00QGkuYGYDw&bvm=bv.43148975,d.dmQ&psig=AFQjCNEnDSMvFoW8kQx7AjkfNfculY20uw&ust=1362114624485102" id="irc_mil" style="border: 0px currentColor; clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img height="400" id="irc_mi" src="http://4.bp.blogspot.com/-leKSTNN6Z8Q/USUEGKfxtJI/AAAAAAAABZM/5FfCBji9shI/s400/Una-aventura-extraordinaria-latino.jpg" style="margin-top: 0px;" width="268" /></a><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="color: #cccccc; font-size: medium;">Un
amigo me ha contado que él sí tuvo el valor e hizo lo que yo no
pude hacer: invocó al demonio; pero nada, nunca se presentó. Esto,
que en mi adolescencia me hubiera parecido la prueba más grande de
la no existencia de Dios, ahora, a mis 26, solo afianza mi alicaída
fe. A Él se le haría muy fácil decir <i>miren, aquí estoy, crean
en mí</i>, pero un ser superior jamás haría eso, es como imaginar
a Einstein sumando con los dedos. Hay otras formas más inteligentes
de hacerlo. Descubrir a Dios por nuestra propia cuenta, como los
conocimientos, es una experiencia inolvidable. Jamás se olvida lo
que se aprende por cuenta propia. Dios lo sabe muy bien.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #cccccc;"></span> </div>
<span style="color: #cccccc;">
</span><div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="color: #cccccc; font-size: medium;">Por
eso —y aquí viene lo segundo que quería contarles— me ha
gustado muchísimo la película <i>Una aventura extraordinaria</i>
(<i>Life of Pi</i>, en inglés), ganadora de 4 premios Óscar el
último domingo. Véanla, allí está, si lo saben ver, todo lo que
les he expuesto líneas arriba. Aunque suene a charlatanería,
realmente hay historias que te pueden hacer creer en Dios.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="color: #cccccc; font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="color: #cccccc; font-family: Arial; font-size: medium;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="color: #cccccc; font-family: Arial; font-size: medium;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="color: #cccccc; font-family: Arial; font-size: medium;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-30357984533135289852013-02-21T13:35:00.000-08:002013-02-22T21:40:11.515-08:00Genialmente idiotas<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: small;"></span></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">«A
veces es difícil distinguir entre un genio y un idiota —<i>me dice
Fiorela Velazco Muñoz</i>*—, así es que puedes estar tranquilo».</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b></b></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>José
Manuel Coaguila: Uf, qué alivio. Bueno, y ¿por qué la cosa es tan
difícil?</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>Fiorela
Velazco Muñoz: </b>Para empezar, no cabe designar como dotado a un
niño por el mero hecho de ser, por ejemplo, un excelente alumno,
pues en algunos casos ocurre lo contrario: los últimos de la clase
resultan siendo los genios. Cito a Jung: «El dotado —<i>empieza a
leer</i>— puede inclusive caracterizarse por rasgos desfavorables:
particular distracción, cabeza llenada de tonterías, haraganería,
negligencia, desatención, mala educación, testarudez, e inclusive
puede dar la impresión de ser un niño poco despierto. Por la
observación externa a menudo resulta difícil distinguir entre un
niño bien dotado y un débil mental.» Y esto lo dijo Jung hace más
de medio siglo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b></b></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-nNM8Xf_Cyio/TqEddUECriI/AAAAAAAADKM/YZveUd9m7jQ/s1600/conflictos+del+alma.GIF" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-nNM8Xf_Cyio/TqEddUECriI/AAAAAAAADKM/YZveUd9m7jQ/s320/conflictos+del+alma.GIF" width="196" /></a><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>JMC:
¿Eso está en </b><i><b>Conflictos del alma matinal</b></i><b>? </b></span></span>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>FVM: </b>Sí,
claro, está al final, en el <i>Apéndice</i>, en el artículo <i>El
niño dotado</i>.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b></b></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>JMC:
Sobre la haraganería, verbigracia, el Premio Nobel Hesse dijo de sí
mismo: «el literato Hermann Hesse; un holgazán, desperdiciador del
tiempo, comodón y enemigo del trabajo, para no hablarle de otros
vicios».</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>FVM: </b>Lo
mismo podríamos decir de muchos dotados; de los grandes filósofos,
por ejemplo. Me parece que fue Hobbes quien dijo que «la ociosidad
es madre de la filosofía».</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b></b></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>JMC:
¿Un test de inteligencia no puede detectar a un genio?</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>FVM: </b>Algunas
veces sí; otras, no. Los test de inteligencia no miden ciertas
capacidades; por ejemplo, el talento artístico. En el terreno que no
cubre este instrumento florecen muchas mentes brillantes. Casi nadie
es globalmente dotado. Puede ser que tengas un CI de más de 180 y
que, sin embargo, presentes complicaciones en el campo moral, en el
sentimental, en el interpersonal, etc.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b></b></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>JMC:
Por ejemplo, Einstein, Neruda...</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>FVM: </b>Claro.
Einstein, como todos saben, no tuvo un comportamiento moral a la
altura de su inteligencia, sobre todo con su familia, a la que muchas
veces humilló. Y podríamos decir lo mismo de Neruda, quien, según
he leído, se alejó de su mujer y su hija enferma (tenía
hidrocefalia), y, lo peor, cuando se acercó, llevó a vivir a su
amante a la casa que compartía con ellas. Schopenhauer también fue
un hombre de muchas luces, pero en el aspecto interpersonal fue un
fiasco: hirsuto, misógino, misántropo; incluso se llevaba muy mal
con su madre.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b></b></span></span><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>JMC:
Tengo entendido que ocurre a veces lo contrario; es decir, que
personas retrasadas exhiben habilidades excepcionales en algunos
campos.</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>FVM: </b>Sí,
es cierto. Estas personas son conocidas como <i>sabios idiotas</i><b>.</b>Tienen
retardo mental, o discapacidad mental, o lesiones cerebrales, pero
aun así muestran signos de genialidad. Por ejemplo, en el cálculo
matemático, pueden calcular mentalmente grandes números casi al
instante.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b></b></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>JMC:
También en otros campos, ¿no?</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>FVM: </b>Por
supuesto, también en otras áreas, como la memoria, la pintura o la
música. Algunos <i>sabios idiotas</i> pueden interpretar una larga
pieza musical luego de haberla escuchado una sola vez.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b></b></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>J</b></span></span><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>MC:
Un ejemplo de </b><i><b>sabio idiota </b></i><b>podría ser el
escultor Alonzo Clemons, quien de niño sufrió una lesión cerebral
producto de una caída. Él tiene un CI bajo y un desarrollo limitado
del lenguaje, pero aún así ha hecho cosas geniales.</b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>FVM: </b>Sí,
es uno de los casos más conocidos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;">[Esta
es parte de una larga e interesante conversación que tuve con la
profesora Fiorela Velazco Muñoz, a propósito de un artículo suyo
titulado <i>La escuela y los niños dotados</i>.]</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: medium;">-------------------------------------------------</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: medium;"><b>*</b>Licenciada
en Ciencias de la Educación. Actualmente cursa una maestría en
Psicología Clínica Educativa, Infantil y Adolescencial.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-35577326531158163252013-02-13T21:38:00.000-08:002013-02-14T20:58:59.614-08:00En-amor-miento<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">1884 fue un año muy bueno para la farmacología: se <em>descubrió</em> las propiedades anestésicas de la cocaína. Pero no lo fue para el padre del psicoanálisis. Freud, que venía investigando las bondades de esta droga, sobre todo en carne propia, y con qué gusto, perdió, según dice en su <em>Autobiografía</em>, «una ocasión de adquirir fama ya en aquellos años juveniles»; y todo por amor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuenta Freud que se hallaba entregado al estudio de los beneficios de la cocaína cuando se le presentó la ocasión de hacer un viaje para visitar a su novia, con la que después se casaría y a quien no veía dos años. Sigmund ya no era un adolescente (tendría alrededor de 28 años), pero estaba locamente enamorado, así es que hizo una locura de amor: dejó todo y se marchó al encuentro con Afrodita.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En julio de 1884 apareció en una revista médica un artículo de 25 páginas donde Freud daba cuenta de sus experimentos con la cocaína, sobre todo de cómo dicha sustancia lo mantenía con un ánimo increíble; además sugirió algunas otras aplicaciones, basadas en sus propiedades anestésicas, pero así nomás, someramente, sin profundizar en el asunto, pues cuando lo escribió, según su versión, el tiempo apremiaba: el día del viaje de visita a su amada estaba a la vuelta de la esquina.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">«Un par de meses después de la publicación del artículo de Freud —<em>nos dice Han Israëls</em>— se descubrió que la cocaína, echada gota a gota en el ojo, producía anestesia local en su superficie. Este fue un descubrimiento importante: hasta entonces no existía ningún anestésico local para el ojo y ahora, de pronto, se hacían mucho más sencillas las operaciones oculares, antes extremadamente difíciles y dolorosas.»</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Quien le robó la ansiada gloria a Sigmund, a la sazón un <em>desconocido</em> —el psicoanálisis todavía erraba por el mundo de las ideas, pues Freud, el padre, aún era casto—, fue su colega Carl Koller. Pero no había por qué preocuparse, la fama llegaría, y con sobredosis.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Muchos escritores —Sabato, Calvino— han ensalzado el estilo de Freud. No recuerdo quién dijo que si se hubiera dedicado a escribir novelas, habría producido muchos <em>best seller</em>. Salvando las diferencias con los que tales cosas opinan, yo también creo lo mismo. Freud escribe muy bien. Además fue un gran conocedor de la literatura. El problema es que no se daba cuenta —o quizá sí y le pareció bien— cuando la ficción se vengaba de sus infidelidades.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<a data-ved="0CAUQjRw" href="http://www.google.com.pe/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=images&cd=&cad=rja&docid=V14uMfbLuYg3LM&tbnid=_lizFQ2gg1zCsM:&ved=0CAUQjRw&url=http%3A%2F%2Fwww.lsf.com.ar%2Flibros%2F13%2FCASO-FREUD-EL-HISTERIA-Y-COCAINA%2F&ei=9rwdUdSmOJPD0AG8yYDICg&bvm=bv.42553238,d.dmQ&psig=AFQjCNGimgNJFf5zgtAvuWDuZTiFluKbKA&ust=1360989786676136" id="irc_mil" style="border: 0px currentColor; clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img height="320" id="irc_mi" src="http://content.cyberferia.com/getcover.ashx?ISBN=9789681665135&size=3&coverNumber=1" style="margin-top: 0px;" width="205" /></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Varios autores han criticado a «Sigi» por haber falseado los resultados de sus investigaciones. Ahora mismo tengo a mi lado <em>El caso Freud. Histeria y cocaína</em>, de Han Israëls, un libro que vino a confirmar lo que ya se decía: «muchos de los estudios de Freud produjeron resultados contrarios a los que él describía en sus reportes y que, incluso, muchos de los traumas supuestamente padecidos por sus pacientes no eran más que inducciones suyas».</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Pero eso no es lo que me interesa. Sigmund también mintió con la historia de su viaje de amor, ¡y yo que pensaba emularlo y dejar este artículo a medias para ir a visitar a mi chica en el Día de San Valentín! «No hacía dos años, sino uno que Freud no veía a su prometida. La oportunidad que tuvo Freud de visitar a su prometida no se había presentado de manera inesperada: esta visita se había planeado con bastante antelación. Tampoco es exacto que Freud concluyera de manera precipitada su investigación sobre la cocaína a causa de esta visita; Freud terminó el texto del artículo a mediados de junio (se publicó el 1 de julio) y a principios de septiembre partía a visitar a su prometida.»</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Como pasa algunas veces con los enamorados, Sigmund se dejó llevar no por el enamoramiento, sino por el <em>en-amor-miento</em>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"></span> </div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial;"></span> </div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-73346817004913204722013-02-13T21:28:00.000-08:002013-02-14T20:58:03.061-08:00La pendejada decente<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Si en El Salvador alguien te dice <em>pendejo</em>, no hinches el pecho ni estires mucho el cuello, pues te están diciendo <em>cobarde</em>, <em>pusilánime</em>. Si te vas a México o a Cuba, tampoco, pues allá te habrán querido decir <em>tonto</em>. En Argentina y en Uruguay, menos: allí <em>pendejo</em> significa <em>chico</em>, <em>adolescente</em>; en el sentido, según me han contado, de inmadurez, o sea, de adultos cuyo comportamiento no corresponde a su edad. Parece ser que solo en Perú esta palabra, <em>pendejo</em>, se usa como sinónimo de <em>taimado</em>, o sea, <em>astuto</em>, pero, lamentablemente, casi siempre en sentido peyorativo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El pendejo, en nuestro país, tiene mala fama. Es, para muchos, el vivo, el que saca ventaja a costa de los demás, el que engaña, embauca, el que toma el pelo. No obstante, creo que hay otro tipo de pendejada, totalmente válida e incluso necesaria; lástima que solo sea cosa de unos cuantos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ni siquiera recuerdo cómo se llama, quizá nunca lo supe. Le decían Petete. Este señor, amigo de mis padres, es un patente ejemplo del pendejo a carta cabal, del pendejo decente. Cuentan que cierto día, cuando caminaba a oscuras y borracho por una vía desolada, se libró fácilmente de tres sujetos que querían asaltarlo. La historia la podemos resumir así: Petete se da cuenta de que lo siguen; temeroso, apresura un poco el paso; pero sus perseguidores también caminan más rápido. Ahora, en el silencio profundo de la noche, los oye cuchichear de manera sospechosa. Voltea disimuladamente y, a la luz de la Luna, se da cuenta de que se acercan cada vez más. Piensa. Ya lo tiene. Se detiene, se lleva la mano derecha a la cintura, como quien va a sacar una pistola, mira al cielo y empieza a decir fuertemente: <em>¡Señor, tú bien sabes que lo intenté, que quise seguir tu camino; te prometí nunca más matar, pero ya ves que no se puede…!</em> Cuando los vio correr despavoridos, Petete también corrió.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Algo parecido le sucedió a un poeta arequipeño que yo admiro. Me lo contó una exenamorada suya. Sucede que el vate, también con unos tragos encima, y solo, caminaba de madrugada por una calle solitaria cuando de pronto se le acercan dos tipos dispuestos a robarle; uno lo sujeta por detrás, con el brazo envuelto en el cuello de su víctima, mientras otro empieza a rebuscarle los bolsillos. Como buen pendejo, el poeta empieza a fingir convulsiones, se muerde la lengua, desorbita los ojos, respira con dificultad, se sacude enérgicamente. Entonces, los ladrones, asustados, lo sueltan y se alejan rápidamente pensando lo peor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<a data-ved="0CAUQjRw" href="http://www.google.com.pe/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=images&cd=&cad=rja&docid=2vptJNPw6bKMnM&tbnid=_eph1x-HaRDrqM:&ved=0CAUQjRw&url=http%3A%2F%2Fmariodelperu.blogspot.com%2F2012%2F07%2Flos-perros-hambrientos-de-ciro-alegria_20.html&ei=NL8dUazkC7Tl0AGa4oCgDw&bvm=bv.42553238,d.dmQ&psig=AFQjCNEmQOk4qc2Om1n9A_bZ-NkWEm8S9A&ust=1360990313384975" id="irc_mil" style="border: 0px currentColor; clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img height="320" id="irc_mi" src="http://4.bp.blogspot.com/-6QcMf5IQXrI/UAoQoCDXPtI/AAAAAAAABbQ/CRe4hMhEpKE/s320/los-perros-hambrientos.jpg" style="margin-top: 0px;" width="215" /></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En la literatura hay muchos ejemplos de pendejada decente; se me viene a la mente, por ejemplo, la historia de los nombres de Güeso y Pellejo contada por Simón Robles en <em>Los perros hambrientos</em>. Pero como el espacio aprieta, y ya que hablamos de perros, acabemos de una vez y de buena forma.</span><br />
<br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Cuenta Simon Critchley en <em>El libro de los filósofos muertos</em>: «…un loco de atar, un lunático, entró a la fuerza en casa de [Tomás] Moro, amenazando con tirarle por la ventana. Aunque físicamente era mucho más débil que el loco, el autor de <em>Utopía</em> anduvo rápido de reflejos y señaló hacia un pequeño perro que tenía. Moro propuso tirar primero al perro, ya que ‘resultaría divertido’. Tras defenestrar a la pobre criatura, Moro le dijo al loco que bajara corriendo y repitiera la broma. Mientras el loco bajaba, Moro le siguió, echó cerrojo a la puerta y gritó pidiendo ayuda.»</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"></span> </div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-8666478950169623602013-02-13T21:17:00.002-08:002013-02-14T20:56:35.684-08:00Kafka, escritor realista<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El siglo XIX fue muy agitado en Rusia. Luego del triunfo de Waterloo, las ideas liberales fueron tomando más fuerza: el contacto del ejército ruso con los pueblos europeos libres (el verse a través de otros) soliviantó a una sociedad basada en un régimen de servidumbre y, acaso por ello mismo, enormemente atrasada. Aparecieron entonces los círculos revolucionarios, aquellos que, entre otras buenas cosas, exigían la liberación inmediata de los campesinos, a la vez que anunciaban, contraproducentemente, lo que sería, en los primeros años del siglo XX, una de las revoluciones más sangrientas de la historia. Bueno, no siempre lo que empieza bien acaba bien.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Así la situación, el zar y su aparato burocrático quisieron poner las cosas en orden, sobre todo en los medios escritos, siempre inquietos. Ya sabemos que no pudieron, pero lo intentaron, y de qué forma. «Así por ejemplo, un censor tachó en un libro de recetas culinarias las palabras ‘dejar a la masa levantarse libremente’ porque la expresión le pareció revolucionaria». Como se ve, estos funcionarios fácilmente se llevaban la cuchara a la frente: su torpeza era del tamaño de su país. A qué extremo habrá llegado la situación, que el zar Nicolás I decretó, en 1848, la formación de un <em><strong>Comité superior de censura</strong></em> destinado a —agárrense— ¡censurar a los censores!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Conque riéndose ¿no? Modere la sonrisa, caballero, que peores cosas pasan en nuestro Perú de hoy.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">E. es uno de los pocos amigos que tengo. El año pasado trabajó como profesor en una escuelita rural de Espinar, en Cusco. Todo iba bien hasta que en uno de sus últimos días en tierras cusqueñas —vísperas de Navidad— tuvo la mala suerte de cruzarse con aquellos censores rusos del libro de recetas culinarias, pero reencarnados en dos policías.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<a data-ved="0CAUQjRw" href="http://www.google.com.pe/url?sa=i&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=images&cd=&cad=rja&docid=pENHQ4gRbjQEJM&tbnid=hFR4vWSQr8k2sM:&ved=0CAUQjRw&url=http%3A%2F%2Fwww.libroviejoymas.com%2Fproducto.php%3Fkod%3D2539&ei=wb8dUZqXBLC30AHJxoC4Cw&bvm=bv.42553238,d.dmQ&psig=AFQjCNFfX6REhyQeQRfX1aIbyKqVoof9Ag&ust=1360990522032412" id="irc_mil" style="border: 0px currentColor; clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img height="320" id="irc_mi" src="http://www.libroviejoymas.com/upload/productos/larevolucion2.jpg" style="margin-top: 0px;" width="225" /></a><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">E. casi siempre lleva un libro consigo, sobre todo cuando va a los bancos (¡en la fila de espera te puedes leer un libro entero!), pero esta vez no debió hacerlo, o en todo caso debió llevar otro. ¿Por qué? Bueno pues, resulta que E. cobra una cantidad de dinero, que no es poca, y la pone entre las hojas del libro que lleva, <em>La revolución de Túpac Amaru</em>, de José Bonilla. Se dispone a salir del banco, el Banco de la Nación de Espinar, y de repente, ¡zas!, dos policías lo sujetan fuertemente, uno de cada brazo. <em>Qué es lo que llevas ahí, dámelo</em>, le dice uno de ellos señalándole el libro. E. se asusta y, como es natural, opone cierta resistencia; intercambian algunas palabras y la situación empeora. Lo arrestan. En la comisaría, mientras revisan todas sus pertenencias, un tal Mendoza, mirando el libro de Bonilla, le insinúa que es sospechoso de subversión, pues el título se presta a suspicacias. E. respira más tranquilo. Él, que alguna vez tildó de idealista a Kafka —creador de individuos que eran detenidos por delitos desconocidos, sometidos a juicios absurdos y condenados sin motivo—, ahora piensa: «Pues Kafka era un realista, al fin y al cabo».</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span> </div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Que a nadie, por favor, se le ocurra ir al Banco de la Nación de Espinar con libros como <em>Abril rojo</em>, de Santiago Roncagliolo, al menos mientras no se haya creado una <strong>policía de la policía</strong> allí.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial;"></span><span style="color: black;"> </span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="color: black; font-family: Arial;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-1251001902994521742013-02-13T21:00:00.002-08:002013-02-14T21:31:33.066-08:00Genios a pesar de la escuela<br />
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Esta
semana leí la biografía de Thomas Alva Edison escrita por Ronald W.
Clark. Quise leerla desde que me enteré, de oídas, que a Edison,
acaso el más grande inventor de todos los tiempos —a él le
debemos la electricidad, el teléfono, el cine, el fonógrafo—, lo
expulsaron de la escuela por considerarlo un niño subnormal.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-S7sTDt76AG8/UR3H2YRuZyI/AAAAAAAAAPs/UbMu2v765qU/s1600/Edison+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-S7sTDt76AG8/UR3H2YRuZyI/AAAAAAAAAPs/UbMu2v765qU/s320/Edison+2.jpg" width="216" /></a><span style="font-family: Arial, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Clark
no habla de expulsión —la gente siempre exagera—, pero sí de lo
que resta de la historia: Thomas, «después de tres meses de asistir
a la escuela, regresó a su casa bañado en lágrimas informando que
el maestro lo había calificado de alumno ‘estéril e
improductivo’.» ¡Por el amor de Dios! ¡Calificar con esos
términos a alguien que llegaría a patentar más de mil inventos!
Esta, qué duda cabe, debe ser una de las más grandes paradojas de
la ciencia y la tecnología.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"></span><br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Según
opinión de Clark —y yo estoy de acuerdo con él—, la historia ha
convertido casos como el de Edison en una señal casi segura de
genio, pues, por ejemplo, «tanto Leonardo da Vinci como Hans
Andersen y Niels Bohr fueron señalados en su juventud como casos de
desarrollo retrasado; a Newton lo consideraban rematadamente tonto;
el maestro de Sir Humphry Davi comentaba: ‘Mientras estuvo conmigo,
no logré percibir las facultades por las que después se le
distinguió tanto’; y el maestro de Einstein advirtió que ‘el
chico jamás será un éxito en ningún aspecto.’»</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">A
propósito del autor de la teoría de la relatividad, dice Ernesto
García Camarero: «Einstein no fue un niño prodigio. Tardó tanto
en aprender a hablar que sus padres temieron que fuese un chico
subnormal.» Y más adelante agrega: «…se graduó en la escuela
primaria […] sin haber dado pruebas de un talento especial para las
enseñanzas que se impartían. Como escolar no podía ser más
mediocre.»</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Con
respecto a todo esto, se me viene a la mente dos nombres más:
Charles Darwin y Gabriela Mistral. Del primero dicen Huxley y
Kettlewell en la biografía que escribieron sobre él: «…hasta los
ocho años la educación de Charles estuvo en manos de su hermana
Caroline, que le sobrepasaba nueve años. Según ella, el alumno era
un poco torpe.» Darwin parece corroborar ello cuando confiesa en su
<i>Autobiografía</i> que era lento en su aprendizaje y que cuando
llegó a la escuela «debía ser un niño muy simplón».</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">A
Gabriela Mistral, premio Nobel de Literatura en 1945, la echaron de
la escuela por considerarla retardada. Cuenta Ciro Alegría que la
maestra «llamó un día a la madre y le dijo que se llevara a la
pequeña, pues poco o nada podía hacerse con ella, por tratarse de
una retrasada mental.»</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br />
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Seguramente
hay muchos casos más. Lo cierto es que la escuela nunca ha sido el
acicate de los genios. Y esto es el mal menor. Lo peor ya lo hemos
visto líneas arriba.</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-30812243775903075332013-02-13T20:54:00.001-08:002013-02-13T20:54:44.023-08:00Educación humana<br />
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-small;">«Así
es la escuela. </span></span>
</div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-small;">Lo
más importante que aprendemos en ella </span></span>
</div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-small;">es
que las cosas más importantes </span></span>
</div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-small;">no
se pueden aprender allí.»</span></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-small;">Haruki
Murakami,</span></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-small;">DE
QUÉ HABLO CUANDO</span></span></div>
<div align="RIGHT" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-size: x-small;">HABLO
DE CORRER</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">A
pocos días de iniciarse el año escolar, los profesores se afanan en
elaborar un rosario de herramientas (documentos) que tendrán que
aplicar, sin haber conocido antes a sus alumnos, como el arquitecto
que elabora un plano sin haber estudiado previamente el terreno sobre
el cual construirá; mientras, seguramente, muchos estudiantes
aprenden cosas más necesarias e interesantes que las que aprenderán
durante casi un año. Unos miran con tristeza cómo sus últimos días
de vacaciones ―de libertad― pasan más rápido, mientras otros
alistan la maquinaria de conocimientos que los engullirá,
amoldándolos y masificándolos como meros productos de fábrica.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>¿La
escuela no sirve de mucho?</b> Nunca hemos oído a alguien decir,
sobre todo a los grandes genios, que la escuela les ha servido de
mucho, que sus cualidades científicas o artísticas han sido
estimuladas y fortalecidas en ella. Citemos nomás los últimos
libros que hemos leído: «Como medio de educación, la escuela fue
para mí sencillamente nula», escribió Charles Darwin en su
<i>Autobiografía</i>. «En mí la escuela ha destrozado muchas
cosas», protestó Hermann Hesse. «Mucho de lo que debería
habérseme enseñado en mi minoridad ―<i>nos dice Bernard Shaw</i>―
tuve que aprenderlo yo solo más tarde.» Y podríamos llenar este
espacio con más citas.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Hay
tres cosas que deben de tenerse en cuenta: 1) la escuela no debe ser
una cárcel; la libertad, la iniciativa de los alumnos, debe de estar
por encima de todas las cosas; 2) todos los estudiantes son únicos,
aprenden de diferente manera, a un ritmo propio, y los profesores
deben ser «capaces de observar al alumno, de estudiarlo, para
explicarle la materia con sus propias palabras, adecuando su
explicación a la capacidad y las inclinaciones de ese alumno»; y 3)
más que darles conocimientos, hay que prepararlos para la vida.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>Educación
para la vida.</b> En verdad, la mayor parte de las cosas que nos
enseñan en la escuela las olvidamos por completo. Alguien nos dijo
hace un buen tiempo: «Yo he sido un buen alumno en el colegio, por
ello sé leer y escribir muy bien, divido y multiplico a la
perfección, y conozco a grandes rasgos la historia de la humanidad.
Pero no creo que se necesiten tantos años de estudio para que al
final, si has sido un buen estudiante, te quede solo eso.»</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Hay
muchas cosas importantes que se dejan de lado en la escuela cuando el
fin es la transmisión de la mayor cantidad de conocimientos en el
menor tiempo posible. Si el propósito fuera, más bien, producir un
gran ciudadano y un civilizador, se tendría más en cuenta temas
como el racismo, las religiones, las emociones, el estatus de la
mujer a lo largo de la historia, los grandes descubrimientos
científicos, la prostitución, la televisión, el Internet, el
medioambiente.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br />
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">«Es
urgente encarar una educación diferente —<i>escribe Ernesto
Sabato</i>—, enseñar que vivimos en una tierra que debemos cuidar,
que dependemos del agua, del aire, de los árboles, de los pájaros y
de todos los seres vivientes, y que cualquier daño que hagamos a
este universo grandioso perjudicará la vida futura y puede llegar a
destruirla.»</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial;"></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial;">José Manuel Coaguila</span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-42990596696690916792012-09-04T16:30:00.003-07:002012-09-04T16:30:27.480-07:00No hay columna......José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-38924444384252952942012-08-28T22:04:00.000-07:002012-08-29T14:40:59.763-07:00Más allá de lo evidente<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">En
nuestra columna del 15 de agosto último hicimos mención, sin
ahondar en detalles, de las facultades premonitorias de Vallejo; sin
embargo, para que el lector se informe más sobre el asunto,
recomendamos, esa vez, la lectura de <i>Mi encuentro con César
Vallejo</i>, de Antenor Orrego. Esto viene al caso porque hace unos
días recibimos un <i>e-mail</i> de Roberto Cárdenas, un lector
nuestro, donde nos cuenta que justamente está realizando una
investigación sobre el tema —en general, de las proclividades
visionarias de los artistas— y que, no obstante su esfuerzo, le ha
sido imposible encontrar el libro de Orrego. Cárdenas nos pide que,
por favor, desarrollemos el tema en una columna.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Son
famosos esos versos en los que Vallejo vaticina su final (Me moriré
en París con aguacero,/ un día del cual tengo ya el recuerdo./ Me
moriré en París —y no me corro—/ tal vez un jueves, como es
hoy, de otoño.), tanto, que han pasado muchas veces a ser la versión
oficial de las circunstancias de su muerte. Orrego, amigo íntimo del
poeta, cuenta que cierta vez, durmiendo con César en la misma
habitación, despertó sobresaltado a los gritos angustiados de este.
«Cuando abrí los ojos en la penumbra —<i>refiere Antenor</i>—,
Vallejo estaba delante de mí, temblando como un azogado de la cabeza
a los pies:</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
— <span style="font-family: Arial, sans-serif;">Acabo
de verme en París —me dijo— con gentes desconocidas y, a mi
lado, una mujer, también, desconocida. Mejor dicho, estaba muerto y
he visto mi cadáver. Nadie lloraba por mí.»</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Vallejo,
según su propia confesión, tuvo esa visión, como muchas otras más,
en plena vigilia, o sea despierto.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial;"></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="background-color: green; color: magenta; font-size: x-large;"><img alt="Mi Encuentro Con Cesar Vallejo" height="320" src="https://www.mercadolibre.com/jm/img?s=MPE&v=O&t=T&f=2862807171_072012.jpg&sll=94374" width="240" /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Por
otra parte, seguramente estará enterado nuestro amigo Roberto de lo
que dice Aristóteles en su <i>Poética </i><span style="font-style: normal;">con
respecto al asunto que nos ocupa: «el historiador y el poeta no
difieren por decir las cosas en verso o no […]; sino que difieren
en que uno dice lo que ha ocurrido y el otro lo que podría ocurrir.»
Este podría ser un buen punto de partida de su investigación, señor
Cárdenas. Además, le recomendaría la lectura de </span><i>Psicología
y poesía</i><span style="font-style: normal;">, de Carl G. Jung, y el
pequeño ensayo </span><i>Sobre la existencia del infierno</i><span style="font-style: normal;">,
de Ernesto Sabato.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span><span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-style: normal;">Según
Sabato, el instinto premonitorio del artista, la visión profética,
suele caracterizarlo, si no siempre, al menos en momentos
excepcionales, y aquí concuerda con Jung, quien considera creaciones
visionarias algunas obras literarias, partes de obras literarias, la
totalidad de la producción de algunos autores y, por último, obras
no literarias. Veamos pues, por ejemplo, el increíble caso del
pintor Víctor Brauner, contado por el mismo Sabato: «En una fiesta
que se llevaba a cabo en un atelier de pintura, [Oscar] </span><span style="font-style: normal;"><b>D</b></span><span style="font-style: normal;">omínguez,
borracho y enfurecido, arrojó un vaso contra uno de los asistentes;
pero al lograr éste esquivarlo, el vaso dio en la cara del pintor
Víctor Brauner, arrancándole el ojo. Lo asombroso es que Víctor
Brauner venía pintando una serie de rostros con ojos pinchados o
arrancados y, si mal no recuerdo, un autorretrato con una flecha
clavada en su ojo derecho, de la que colgaba la letra </span><span style="font-style: normal;"><b>D</b></span><span style="font-style: normal;">.»
Increíble, pero cierto.</span></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span> </div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-style: normal;"></span></span> </div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-style: normal;">José Manuel Coaguila</span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;"><span style="font-style: normal;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8911314132630192705.post-66731586606532617032012-08-22T20:46:00.000-07:002012-08-22T20:46:30.747-07:00La vida no es una telenovela
<br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Hace
algunos años le escribí, vía <i>e-mail</i>, a una amiga que se
lamentaba de su mala suerte: «M., en la vida no hay merecimientos.
La existencia humana no tiene lógica, no funciona lógicamente, es
decir, las cosas no siempre suceden como se espera; estoy totalmente
convencido de ello. […] Así es que no te tortures diciendo que
mereces todo ese sufrimiento, pues si hubieras actuado de una forma
distinta, si borraras del pasado los errores cometidos, las cosas
quizá hubieran resultado igual de trágicas.»</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Recuerdo
esto a propósito de haber leído, hace unos días nomás, gran parte
de <i>Aladino o vida y obra de José Santos Chocano</i>, de Luis
Alberto Sánchez, un libro que, soy sincero, leí, más que por la
admiración al poeta o a su poesía, por puro morbo. Chocano ha sido
seguramente el escritor más odiado y querido de todos los que han
nacido en esta tierra. Su temperamento, sus poses, su egolatría
siempre me sedujeron. Ahora, que lo conozco más, pienso que su vida,
sobre todo su muerte, quizá sea la representación más fiel de la
existencia humana.</span></div>
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><img height="320" id="il_fi" src="http://www.mondolatino.eu/literatura/poetas/josechocano.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto; padding-bottom: 8px; padding-right: 8px; padding-top: 8px;" width="232" /></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">José Santos Chocano</td></tr>
</tbody></table>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Pero
ocupémonos solamente de su final. Chocano murió de una manera
inesperada, absurda, ilógica. De repente, en el tranvía, un demente
le clava un puñal en el pecho y ¡zas!, se acabó todo. Si su vida
hubiera sido una película, de hecho, con ese fin, los espectadores
de telenovelas se hubieran ido turbados y descontentos, pero no los
lectores de buena literatura.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Nada
más lejos de la realidad que las telenovelas, grandes responsables
de que los fracasos humanos adquieran una magnitud que en realidad no
tienen. La vida es pues diferente. El «vivieron felices para
siempre» no existe; los finales también son desgraciados e
ilógicos. Habrá veces que no tendremos lo que merecemos, y otras,
mucho peor. ¡Esta es la verdadera vida!</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Los
que han visto <i>La rosa púrpura del Cairo</i>, la genial película
de Woody Allen, podrán mirar en Tom Baxter a mucha gente.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Las
telenovelas, muchísimo más que las películas, han pasado a ser la
vida misma, y todos viven según sus reglas, bonitas, es verdad, pero
trágicas cuando se estrellan contra la realidad.</span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif;">Volviendo
a Chocano y a su muerte, y ya que hemos hablado de cine, pues no
podemos dejar de mencionar la estupenda película <i>No country for
old men </i>(conocida en Hispanoamérica con el nombre de <i>Sin
lugar para los débiles</i>), ganadora de cuatro premios Óscar,
incluido el de mejor película, en el 2007. Un tipo encuentra un
maletín lleno de dinero, que pertenece a unos contrabandistas; lo
persiguen por ello, pero él, poniendo en serio riesgo su vida, se
rehúsa a devolverlo. Sus perseguidores, muchas veces a punto de
atraparlo, al final quedan rezagados y maltrechos, y abandonan la
empresa. Llewellyn Moss, el del maletín, el invencible, después de
tanto trabajo y sacrificio, de poner en juego su existencia y la de
los suyos, en la parte final de la película, parece haber vencido.
Sin embargo, de pronto, aparecen de la nada unos pandilleros que le
roban el maletín y lo matan. Así de fácil, así de tonto. Claro,
muchos dicen «¡qué final para más absurdo!» Pero, ¿acaso no es
así la vida?</span></div>
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<span style="font-family: Arial;">José Manuel Coaguila</span></div>
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<span style="font-family: Arial;"><a href="mailto:jcoaguila@grupoepensa.pe">jcoaguila@grupoepensa.pe</a></span></div>
José Manuel Coaguila Ariashttp://www.blogger.com/profile/13560622185640637704noreply@blogger.com0