martes, 28 de febrero de 2012

La vuelta al cine mudo

El cine tiene poco más de un siglo de existencia, pero ha avanzado tanto que pareciera que tuviera muchos más, sobre todo si nos detenemos, atentos, en los primeros filmes, de imágenes parpadeantes, temblorosas, robotizadas; mudos, a blanco y negro. Cuesta creer, en tiempos de películas como Avatar, que tanta indigencia esté, temporalmente, a solo unos pasos.

El Oscar. El domingo pasado, el Oscar a Mejor Película se lo llevó El artista, un filme mudo y a blanco y negro ambientado en los años 20 y 30 del siglo pasado. La película cuenta la historia de un actor de cine silente que se rehúsa a filmar cintas sonoras, actitud que lo va sumergiendo poco a poco en el olvido y la bancarrota.
La historia pinta un paisaje muy realista de lo que verdaderamente sucedió con muchos actores de cine mudo, cuando los talkies (filmes sonoros) irrumpieron en la escena cinematográfica. Así como cuando aparecieron las computadoras, algunos no se adaptaron a las nuevas exigencias técnicas y otros simplemente no lo quisieron, como George Valentin, el protagonista de la cinta premiada, por lo que pasaron a engrandecer el número de desempleados. Las grandes compañías de cine tampoco ayudaron mucho; en realidad, ya no querían mostrar en la pantalla rostros que representaban una época que ya fue; apostaron por semblantes nuevos, como sucede con Peppy Miller, la coprotagonista de El artista.


Reacción. Primero se introdujo la música, luego los ruidos y efectos sonoros y finalmente la voz. La aceptación del público fue inmensa, pero el rechazo de los grandes maestros del cine mundial, también. Hombres como Chaplin, Clair y Eisenstein opusieron una tenaz resistencia a la cinematografía parlante. El primero escribió: «No creo que la palabra sea necesaria, estropea el arte como lo haría una estatua pintada.» El segundo se lamentaba: «Los héroes de la pantalla hablaban a la imaginación con la complicidad del silencio.» Y el tercero, más osado, creía que esta invención podía «retrasar la evolución del arte cinematográfico y hasta destruir los progresos ya logrados».
La coherencia doctrinal de la estética del cine mudo la dio por esos años el teórico alemán Rudolf Arnheim, al afirmar que «el arte nace precisamente de las limitaciones técnicas que obligan a deformar la representación de la realidad, impidiendo caer en un puro calco mecánico.» El cine sonoro, en color y en relieve es, para Arnheim, simplemente el teatro.

Charles Chaplin en el papel de Charlot.
Ventajas del cine sonoro. Pero hubo algunos cineastas y críticos que no se incomodaron tanto, y otros que incluso elogiaron la nueva forma de hacer cine. Como dice Keynes, «la dificultad reside no en comprender las nuevas ideas, sino en rehuir las viejas». La pulsión de los seres humanos a permanecer idénticos, a repetir hasta lo infinito lo que ya existe, cegó a muchos, que no vieron que con la nueva técnica se eliminaban los molestosos rótulos literarios; se economizaba planos; se representaba, con el sonido, aspectos de la realidad que estaban fuera del encuadre; se abordaba personajes mucho más complejos; etc.

Mensaje. El panorama de esos años parece repetirse hoy, y quizá hacia allí apunte El artista. «Con la supremacía de la película digital, el creciente avance de las cintas en 3D y la irrupción de internet, Hollywood debe adaptarse a una revolución tan grande como la que significó el paso del cine mudo al cine sonoro.»

La película. El artista consiguió lo que merecía. Es el primer filme no anglosajón y la segunda película muda en ganar el máximo premio de la Academia. Después de verla, uno empieza a cuestionarse seriamente si todo tiempo pasado fue mejor.

José Manuel Coaguila

3 comentarios:

  1. LA PELÍCULA EL ARTISTA ES GENIAL, Y ESTE ANÁLISIS TAMBIÉN. VEAN LA PELÍCULA, TAMBIEN LEAN ESTE ARTÍCULO. LOS DOS ESTAN BIEN.

    JUAN CARLOS

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Juan Carlos, por tus palabras, pero mi artículo no tiene punto de comparación con la película.

    Un apretón de manos.

    ResponderEliminar
  3. No, si, de veras es un buen articulo. Nos hace ver muchas cosas que desconociamos del cine.

    ResponderEliminar