lunes, 20 de mayo de 2013

El alcalde Zegarra y Nostradamus


El alcalde Alfredo Zegarra ha escrito con un estilo bárbaro, con una ignorancia supina de las normas más elementales de la gramática y la ortografía. Y esto se le puede perdonar, pero no la cursilería y lo bombástico de su prosa, tan pobre y disparatada. Lo he leído y he sentido vergüenza ajena; también piedad. Si Zegarra hubiera vivido en tiempos del emperador romano Calígula, habría pagado muy caro la osadía de firmar un mamarracho así. En efecto, cuenta Suetonio, en Los doce césares, que «el autor de una poesía fue quemado de orden suya [de Calígula] en el anfiteatro por un verso equívoco.» En verdad, textos como el de Zegarra merecen críticos así.
 
Y que no piense el lector que ando detrás de lo que escribe el alcalde. Yo no lo he buscado; él me ha encontrado. El último viernes me regalaron en la calle el boletín informativo de la Municipalidad Provincial de Arequipa titulado AQP HOY. Es de diciembre del 2012, pero lo siguen repartiendo. Allí, en la página dos, aparece el artículo de Zegarra titulado «Guerra en Irak: No… la guerra es con nosotros» —¡qué nombre para más bobalicón!—. Después de leerlo uno se pregunta, cariacontecido, si votó por él.
 
¿De qué cerebro pudo haber salido una cosa así?, ¿de dónde tanta pobreza de pensamiento?, ¿de dónde tanta barbaridad léxica? Me resisto a creerlo. Pienso en hombres como Augusto Monterroso, Juan José Arreola y Paco Umbral, que ni siquiera acabaron sus estudios primarios pero que escribieron maravillosamente. Ahora pienso en Zegarra, un doctor. ¡Qué contraste!
 
El alcalde empieza así su artículo: «Muchos nos preguntamos, si realmente las guerras que matan a muchos hermanos tienen su origen en mentes cerradas y corazones duros, ¿Qué tienen que ver los inocentes que pelean, sin saber si realmente vale la pena los actos heroicos a que son sometidos y todo porque a los gobernantes se les ocurre enfrentar naciones enteras para obtener beneficios propios?.» Aunque les parezca increíble, este es el mejor párrafo de Zegarra. Veamos: ¿Coma después de «preguntamos», de «duros» y de «pelean»? ¿Punto después del signo interrogativo de cierre? Niños de primaria: ¿Las preguntas siempre se inician con mayúscula? Sigamos viendo: …Pone «vale la pena» en vez de «valen la pena». ¿Muchos?, ¿quién se cuestiona si realmente las guerras tienen su origen en mentes cerradas y corazones duros?; además, ni modo que se originen en mentes tolerantes y corazones bondadosos. ¿Actos heroicos a los que son sometidos?, ¿el heroísmo puede ser fruto de una obligación? No sigo por falta de espacio, pero le advierto, querido lector, que después viene lo peor: pésima puntuación, anacolutos, pleonasmos innecesarios, circunloquios enloquecedores. Si desea hacer penitencia, lea el texto completo de Zegarra en mi blog: jmcoaguila.blogspot.com.
 
Ahora, ¿qué quiso decir Zegarra en este párrafo? Ni los intérpretes de Nostradamus podrían decirlo, y eso que ambos son igual de oscuros.
 
 
Nostradamus publicó Las centurias en 1555; allí están todas las profecías que se le atribuyen. Arturo Uslar-Pietri ha dicho de este libro: «En el texto original […] es muy oscuro el lenguaje. La expresión es generalmente simbólica […]. Luego la construcción […] es anómala, y esto parece, y es lo que creen la mayoría de las gentes de hoy, que Nostradamus seguía un procedimiento que consistía en escribir primero en francés, luego hacer una traducción latina, y de este texto latino hacer una traducción literal al francés, con lo cual resulta una sintaxis mucho más oscura y difícil. De modo que, añadida al simbolismo, esta sintaxis aumentaba la oscuridad.» Algo similar podría decirse de la prosa de Zegarra. ¿Qué otra explicación puede haber?
 
José Manuel Coaguila

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